Capítulo 9. Samanta Ferrer. Santa Catalina de Alejandría.

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Volví al café la siguiente mañana y ya estaba allí sentada como siempre Valentina, esperándonos para seguir con nuestra conversación. Con su libreta y grabadora, siempre rodeada por su aura imponente que contrastaba con su perfume de un  aroma  primaveral.

-Buenos días, Valentina.

-Buenos días Samanta ¿Descansaste?

-Sí gracias a Dios.

-¿Y Alfonso?

-No podrá llegar, ahora que tiene responsabilidades administrativas, debe estar en la jefatura. Seremos solos tú y yo.

-¿Deseas desayunar? ¿Te pido un café?

- Ya comí. Gracias.

               Después de recibir el café del agradable mesonero nos dispusimos a iniciar.

-¿Dónde quedamos?

-Después de la primera ofrenda.

-Sería el turno de la Segunda Ofrenda, Santa Catalina. En ese momento el grupo de investigación cibernética nos advirtió que se estaban comenzando a ser conocidos unos Post a través de un sitio web anónimo llamado 4chan. Pero al igual que el centro de investigación, la población en general ya comenzaba a hablar del Sr. Necrofílico y habrá llegado a oídos de él, porque nos enteramos de que habría una nueva ofrenda, pero esta vez por la red Twitter, donde puso un link para que leyeran el post de 4Chan, dándose a conocer al público en general y alterando totalmente el orden público.

-Yo me acuerdo de ese post. – Valentina sacó un papel y lo leyó:

               "Lean bien. Escogí cuidadosamente cada palabra para que entiendan las razones de este servidor. En primer lugar, ofrezco excusas a los familiares de mis ofrendas pasadas y futuras por adelantado, serán sus sacrificios para esta sociedad. Es esta última frase la que nos lleva a la razón de mi misión, mi papel en este aporte a la humanidad: Sacrificio. Es la causa para un fin. Es por ello por lo que he de llevarle yo el sacrificio a esta sociedad, con el fin de que aprendamos a vivir entre nosotros como mejores humanos. Sociedades corrompidas, desprecio por la vida, muertes sin sentido, eso es lo que vivimos estos días. La muerte se ha convertido en un hecho que se toma a la ligera. La vida ha perdido valor poco a poco en esta nueva sociedad. Sin darnos cuenta lo hemos convertido en algo despreciable. Familias que se matan entre ellos, hombres y mujeres que se matan por cualquier razón, lo vemos día a día en los noticieros. Pero ¿por qué? Es la pregunta que les hago a ustedes. ¿Por qué la vida ya no vale nada? La respuesta es, porque nosotros mismos somos los que no le damos importancia a la vida en estos días. Nos importa la vida de los que tenemos alrededor, pero no de los demás seres humanos. O ¿es que acaso la vida de un familiar no tiene el mismo valor que la de un extraño? Es hora de que veamos la vida como lo que es, algo valioso. Pero para poder darle valor a la vida, hay que saber, qué es no tenerla y es ahí donde entro yo. Les demostraré lo valioso de la ausencia de vida, para que ustedes entiendan el valor de la verdadera existencia. Mis sacrificios mortales no son muertes sin sentido, no son desprecio por la vida. Todo lo contrario, son exaltaciones a los vivos, sacrificios de muerte para ratificar el valor de la vida. Por último, en esta primera carta quiero que se sientan orgullosos por sus ofrendas, ya que será iluminación para los demás y muestra tangible del valor de vida".

                                                                                                                      Sr. Necrofílico.

-Esa misma es. – Afirmé tomando un sorbo de café.

-¿Por qué habrá decidido hacerlo todo público?

SANTAS OFRENDAS MORTALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora