Jisung vende su cuerpo para poder mantener a su hermano adolescente y su alcohólico padre y Minho es uno de los narcotraficantes más respetados del país.
El comportamiento del moreno ha mejorado, lleva conviviendo con Minho ya dos meses y aunque intenta crear una pequeña amistad, el pálido lo rechaza completamente.
No tiene con quien hablar, nadie le habla en esa casa y con el único que pasa la mayor parte de su día es con Minho, piensa que una amistad seria bien. La confianza llegaría y así no se sentiría como un prisionero, podría salir aunque sea a la esquina y tomar aire fresco.
Estar encerrado no es lo suyo.
Minho se niega completamente, la idea de tener al moreno tan cerca de él todo el tiempo no le gusta. Es suficiente con llevarlo al trabajo en el mismo auto, e incluso está pensando en mandarlo con otro chofer.
Esa extraña sensación no se iba. Aunque Jisung estuviera encerrado todo el día en una casa él parecía estar lleno de energías, listo para pasarle la felicidad al pálido pero siempre la rechaza.
No sabe porque se siente así con el moreno.
Ya se había hecho normal ver a Jisung junto a sus amigos los viernes luego de su trabajo, se reunían en casa de Minho ya que era el único que seguía queriendo mantener al moreno vigilado todo el día. Estaban unas horas y luego se iban.
Jisung ha podido llamar a su hermano varias veces y se ponen al día y hablan por horas sin parar.
Llegaron a la casa luego de una noche larga en el trabajo, Jisung listo para dormir pero interrumpido por la llamada del pálido. Fue a la habitación del mayor y tocó la puerta antes de entrar.
—¿Que desea, Joven Lee?
El pálido sacó su teléfono del bolsillo de sus pantalones. —No te tardes mucho - Jisung sonrió y se acercó al pálido.
—Gracias Joven Lee, pero son las cinco de la mañana, Gyu debe estar dormido aún
El lo sabía, pero incluso sabiéndolo usó eso de excusa para volver a ver al moreno, al menos unos segundos antes de irse a dormir.
—¿Podría llamar a Seungmin? - extendió su mano para tomar el teléfono pero el mayor lo guardó antes de que Jisung lo tocara.
—No, ¿Para que?
Alzó los hombro. —Solo quiero hablar para no estar aburrido, ¿Podría o no lo tengo permitido, Joven Lee?
Había algo en la forma en la que Jisung actuaba, es extraño porque lo que Minho diga es lo que va, pero ver al moreno seguir todo al pie de la letra, sin cometer errores o sin reproches...
Es extraño.
Cuando llegó, aunque hacía caso, desobedecía en algunas partes y verlo ahora tan entregado al pálido, definitivamente había algo en Jisung que hacía que Minho actúe extraño.
—Ya vete a dormir - le dió la espalda al moreno, no podía verlo, no cuando toda su atención estaba en el.
Sus ojos brillosos, una leve sonrisa en sus labios dejando ver un poco de los dientes del moreno. Es difícil de concentrarse, más cuando los labios rosados y esponjosos del menor parecían llamarlo.
"Definitivamente estás loco."
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