CAPÍTULO 36

1.1K 49 0
                                    

T/N BALLESTEROS.

Estoy algo cansada por lo de anoche, pero no como las otras veces, siento a Cesar abrazarme pegándome su erección mañanera en mi trasero, dándome besos en el cuello y apretándome un seno.

- Um... ¿A esto es lo que le llaman un tiempo despertar? - dije volteándome, ya que al parecer di varias vueltas durmiendo.

- Nena, deberías agradecer que un hombre sexy y guapo como yo te desperté de esta manera - dice dándome un casto beso.

- Ay, por favor qué puto ego, pero por si no sabías puedo a tener a cualquier hombre que desee - digo riéndome porque sé que estoy siendo arrogante, pues sé que a él le molesta que diga algo de otros hombres. Él frunce el ceño y me mira mal.

- Ah, entonces puedes tenerlo a todos, pero ninguno te va a dar el mejor sexo que como el que yo te doy - dice posicionándose entre mis piernas, aprieta mis caderas y les da pequeño mordisco a mis pezones erectos por lo que suelto un jadeo de la impresión - A ti nadie te va a hacer correr de esa manera tan brutal en que yo lo hago - dice dejando un camino de besos hasta llegar a mi pelvis donde mordisquea mi piel suavemente. Baja hasta mi feminidad y pone mis piernas bien abiertas, sopla esa zona haciendo que se me ericen los vellos de mi piel, sube hasta quedar frente a mí viéndome directamente a los ojos, lo miro confundida, pues, creía que íbamos a hacer algo - Nena, nadie puede tocar este hermoso cuerpo al menos que sea yo, solo porque es mío desde el día en que te casaste conmigo - dice jalando mi labio inferior con algo de fuerza.

- No tengo tu nombre tatuado para decir que es tuyo, así que yo no tengo dueño y cualquier hombre puede darme un fantástico sexo - miento descaradamente, pero me gusta herir su ego de mierda. Él me mira con incredulidad, pero rápidamente cambia a una de malicia.

- Así que esto no es mío - dice apretando uno de mis pechos - Entonces, ¿Tampoco esto es mío? - agarra mi cara para besarme, está molesto, pero me gusta con la intensidad con la que se desquita, bueno conmigo.

- No, no es tuyo - digo recuperando el aire por el beso que me acaba de dar.

- Veremos a ver si con esto dices que no eres mía - dice empezando a besar mi cuello algo fuerte casi como mordidas, baja a mis pechos los cuales muerde algo duro también y aprieta mis nalgas levantándome presionando su dura erección en mi feminidad haciendo que suelte un gemido.

- Todavía no cambió de pare... - dejo mis palabras al aire, ya que me penetró con dos de sus dedos, empezando a moverlos rápido y profundo, agrega otro dedo y estoy yendo directo al paraíso.

- Entonces, nena, ¿Eres mía o no? - dice chupando uno de mis senos, dios mío, estoy que ni pueden salir casi las palabras.

- NO - digo con la voz agitada y sintiendo los espasmos, al parecer Cesar se ha dado cuenta por qué mi feminidad está apretando sus dedos, los retira por lo que abro mis ojos para mirarlo, no logró decir nada, ya que entra en mí, con algo de brusquedad haciendo que suelte un pequeño grito.

Me embiste con brusquedad, pero sin llegar al límite de hacerme daño. Ósea como para no decirle que se detenga. Pongo mis manos en su trasero para que profundice más sus embestidas, si lo sé, parezco una masoquista al gustar este dolor, pues que les digo me gusta follar un poco duro, aunque no tanto como él. Siento el pene de Cesar ponerse rígido en mi interior, por lo que él aumenta sus embestidas haciéndolas mucho más profundas, ya que las estoy sintiendo hasta el fondo como si quisiera partirme en dos da unas embestidas más y derrama todo su semen en mi interior, segundos después lo sigo gritando su nombre.

- Increíble sexo mañanero, nena. Pero creo que con esto quedó más que claro a quién le perteneces verdad - dice algo agitado levantando su cabeza para besarme, jala mi labio y ya se le ha hecho costumbre hacerme eso.

Matrimonio por obligación💍♥️🎸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora