Él creció en un mundo donde todo giraba a su alrededor, nunca recibía un "No" por respuesta, todo lo que quería lo conseguía de una forma u otra.
Pero había algo que más ansiaba tener, algo que el dinero simplemente no podía comprar, quería el amor...
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Me dejé caer sin fuerzas en las frías sillas en la sala de espera, sin poderlo evitar lloré amargamente al mismo tiempo que reía por la ironía de la vida. Cada día estaba a un paso más cerca de la locura.
Escuché a lo lejos pasos apresurados a mi dirección, sentí como una mano ajena se posó sobre mi hombro intentando reconfortar el notable dolor.
──¿Qué sucedió allá adentro? ──Escuché preguntar al chico de voz gruesa, recién llegando.
Sequé mi rostro un poco y lo miré sonriendo levemente.
──Buenas noticias... Jeongin acaba de despertar ──Contesté sin poder evitar el temblor en mis labios.
No hacía falta más palabras, Félix comprendió la situación a la perfección. Dejó lo que a mi parecer fue un contenedor con brownies en la silla a un lado y me abrazó con fuerza permitiéndome seguir soltando lo que llevaba dentro.
En esos precisos momentos en que me derrumbaba como una pila de piedras inestable, mi rubio amigo siempre estaba para recoger las piezas esparcidas y volver a armarla con paciencia. Así ha sido desde el primer momento en que nos conocimos y al final del día siempre terminaba sintiéndome mal al no ser merecedora de su atención incondicional, mal de recibir tanto y no darle a él ni siquiera la mitad.
Hace un par de días mientras caminaba de camino a la casa Yang en compañía de Félix me habló sobre la pequeña gran confesión que le había contado a Bang Chan sobre mí, claro que no fue su intención decirme ese secreto que había decidido guardar para sí mismo, solo que sin querer soltó unas pocas palabras en medio de nuestra insignificante conversación y yo por mi curiosidad lo obligué a decirme la verdad. Descubrí que mi mejor amigo se había enamorado de mí, y yo no fuí capaz de corresponder a sus sentimientos pues no logré verlo más allá de un hermano para mí. Me lamenté al no darme cuenta de que él también estuvo sufriendo a escondidas, sin embargo logramos hablar al respecto y aclaramos nuestros sentimientos quedando como buenos amigos genuinos.
──Todo estará bien Nawoon ──Palmeó mi espalda con gentileza ──Ya verás que logrará recuperar sus recuerdos y volverá a estar junto a ti como antes.
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