Me encontraba ordenando la habitación recogiendo los libros que había usado la noche anterior, seguía con sueño ya que no pude dormir bien por ayudar a mamá con su trabajo.
No me quejo, al contrario, regularmente solía acompañarla para que terminara más rápido y pudiera descansar más tiempo, pero anoche nos quedamos hasta la una de la madrugada porque tenía que lavar, secar y planchar todas las mantas que había en esta enorme casa.
Solté un largo bostezo cuando tocaron a mi puerta, abrí y era mamá quien traía el desayuno.
──Déjame ayudarte ──Tomé la bandeja entre mis manos y la puse sobre la mesita que había en el centro del cuarto.
──Nawoon ya te he dicho que yo puedo sola, no necesito que me ayudes en cada cosa que tenga que hacer, mejor concéntrate en la universidad. ──Refunfuñó sentándose sobre la alfombra a mi lado.
──Te recuerdo que ya no soy una niña mamá así que mientras pueda ayudarte lo haré, y no te preocupes he mantenido un buen promedio todo ese tiempo si sigo así podré graduarme con honores y conseguiré un trabajo cómodo por mi propia cuenta ... ──La miré con ternura ──. Y así podremos irnos de aquí y darte el estilo de vida que mereces, sin necesidad que te gastes trabajando.
──Eso sería bueno... ──Sonrió ──Ahora desayuna, come sin prisa para que vayas a clases con energía.
Me dió un tierno beso en la cabeza y se retiró dejándome sola en la habitación, continúe comiendo pues en realidad sí tenía mucha hambre.
Al terminar fui hasta la cocina a lavar mi plato, estaba tan sumergida pensando en las cosas del día cuando de pronto sentí una respiración sobre mi hombro.
Me giré sobre los talones y me encontré con el rostro de Jeongin a centímetros del mío, sus brazos se extendía a mi alrededor apoyando las manos sobre el mesón de mármol.
Y es que si bien yo era mayor por edad, él me ganaba en altura.
──Jeongin ¿Qué haces aquí? ──Pregunté al intentar liberarme de su cercanía.
──Ya te he dicho que me llames IN ──Rectificó al mismo tiempo que llevaba uno de mis mechones de cabello detrás de mi oreja──. Y esta es mi casa, obvio puedo estár en la cocina si quiero.
──Sí eso lo sé, pero no es necesario que estés tan cerca de mí ──Interpuse mis manos en medio de nosotros para alejarlo.
──¿Por qué te haces de rogar? Yo tengo dinero, puedo darte todo lo que quieras pero tu terquedad no te deja pensar.
──Al contrario, le agradezco a esa terquedad por la cual no voy a sucumbir ante tus caprichos, ahora ya suéltame por favor.
ESTÁS LEYENDO
𝐈𝐍𝐌𝐀𝐃𝐔𝐑𝐎
Fiksi PenggemarÉl creció en un mundo donde todo giraba a su alrededor, nunca recibía un "No" por respuesta, todo lo que quería lo conseguía de una forma u otra. Pero había algo que más ansiaba tener, algo que el dinero simplemente no podía comprar, quería el amor...