Anatomía de Grey

SANGRE Y FRACTURAS

— ¿Por qué estás tan feliz?—digo viendo cómo Meredith entra al hospital con una sonrisa de oreja a oreja.

— Ayer hablé con Derek, vamos a intentarlo, soy la más feliz—dice mientras entramos en los vestuarios, ya están los demás cambiados con el pijama quirúrgico puesto.

— Me alegro por ti—digo sincera, tengo que hablar con él.

— ¡Hoy es el día chicos!—habla mientras abre su taquilla, los demás tienen las caras largas, algo ha pasado— Hoy es el día en el que la Meredith retorcida desaparecerá para siempre y la alegre ocupará su lugar, probablemente no queráis seguir siendo amigos míos, porque mi felicidad os provocará un fuerte ataque de envidia, pero es igual, porque la vida es rosa...¿por qué me miráis así?

— Ingresaron al padre de George anoche—nos informa Izzie y se me cambia la cara.

— Dios mío, ¿Está bien?—pregunta Meredith.

— Si, está bien—responde él tranquilo.

— Se desmayó y al caer se rompió una clavícula—dice Cristina.

— Callie dice que la clavícula está bien—añade George mirando unos papeles.

— ¿Son sus análisis?—pregunto curiosa.

— Tiene dolores abdominales—dice Alex.

— Sin síntomas peritoneales—añade Cristina.

— ¿Alguno ha visto...—empieza a decir Bailey entrando a los vestuarios pero se calla cuando ve a George.

— Aquí los tiene—dice entregándole las analíticas.

— ¿No crees que debería estar viéndolos yo y no tú?—dice quitándoselos de mala gana.

— Cierto, se pondrá bien—dice para si mismo.

— Hoy harás papeleo, te distraerá—ordena Bailey.

— No creo que eso...—intenta hablar pero no lo deja.

— Los familiares no tratan a miembros de su familia, así que al papeleo—determina y George se va ofuscado pero obediente.

— Esta mañana yo voy a ayudar al doctor Burke—dice Cristina con voz de cachorrito, Bailey está enfadada con ella por borrar su nombre del tablón de operaciones.

— Eso no me extraña—dice mirándola mal y ella se va corriendo.

— Bien, Grey conmigo, los demás a urgencias, Stevens te toca hoy con Karev, y te recuerdo de nuevo tus reglas de tu admisión—dice mirándola, a lo que ella rueda los ojos.

— Creo que las conoce, doctora Bailey—digo con la mejor sonrisa y ella me mira como si fuera a hacerme cachitos.

— No tocarás a los pacientes ni hablaras con ellos, tampoco les harás gestos, ni a tus superiores—dice y se marcha.

— Vayamos a ejercer la medicina...bueno vosotros, yo solo observo—dice Izzie de forma irónica y sale de los vestuarios y vamos detrás de ella.

— ¿Qué tal señor Jeffries?—habla Mark mientras entramos en la habitación del paciente.

— Frank está bien, pero estaría mejor con los gemelos idénticos—dice el hombre con una venda por todo su torso.

— ¿Gemelos?—pregunta Alex.

— Los pectorales de Frank—responde el hombre.

— ¿Quien es Frank?—pregunto sin entender.