𝙏𝙝𝙚 𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣 || 𝘾𝙝𝙖𝙚𝙣𝙣𝙞𝙚 [𝙊𝙈𝙀𝙂𝘼𝙑𝙀𝙍𝙎𝙀 𝙂!𝙋]

𝟎𝟔. 𝐃𝐨 𝐧𝐨𝐭 𝐰𝐨𝐫𝐫𝐲 𝐚𝐛𝐨𝐮𝐭 𝐦𝐞

— ¿Qué le parece, Doc?

Con la llegada del nuevo día, una nueva etapa se abría para Jennie en el equipo. La tarde avanzaba rápidamente, y con ella, la expectativa y el nerviosismo de lo que implicaba su nueva posición. Irene, con su característica eficiencia, había cumplido su promesa de proporcionarle el uniforme distintivo del equipo.

— ¡Hemos mandado a hacer un nuevo uniforme para usted y tal y como se lo prometí, lo trajeron hoy! ¿Le gusta?—preguntó la entrenadora con una característica sonrisa. Jennie no solo admiró su uniforme con sus propios ojos, sino que ya se lo estaba probando.

— ¡Es muy lindo!—asintió Jennie observando el detalle del uniforme en cada rincón de su cuerpo, se sentía cómoda y satisfecha con el color. — De verdad, me gusta mucho y la talla es perfecta.

— ¡Sabía que ese azul le quedaría bien!

— Muchas gracias, de verdad aprecio todo esto—Inclinándose ante Irene, Jennie expresó su agradecimiento por la oportunidad de unirse al equipo y por el apoyo que había recibido desde el primer día.

— ¡No es nada! Honestamente. . . yo soy la que debería agradecerle, Doc—sollozó humorísticamente Irene, quitando los rastros de curiosas lágrimas que bajaban por debajo de sus párpados, ocultos por el armazón de sus gafas—. . . Yo ya estaba pensando que nadie podría soportar a esa rubia loca. . . pero gracias a Dios que usted apareció, Doc Jen.

—. . . Ah. . .— Jennie sin conseguir una clara respuesta a ese comentario, solo se limitó a sonreír forzada.

— ¡Ahora que ya tienes tu uniforme y todo, espero puedas quedarte con nosotros mucho tiempo! ~

La euforia de Irene al ver a Jennie con su nuevo uniforme era contagiosa, y Jennie no pudo evitar contagiarse de su entusiasmo luego de que la mayor la tomase de sus manos y saltara infantilmente con ella. La expresión de alegría en el rostro de la entrenadora era como un rayo de sol en la mañana, infundiendo energía y motivación en todo el ambiente.

— ¡Entrenadora!

La interrupción de Chanyeol rompió momentáneamente el momento de alegría. Irene se giró hacia él con una sonrisa, lista para atender cualquier necesidad del equipo.

— ¿Sí?

— La reservación es a las 6, así que todos se prepararon y se apresuraron en ir—afirmó el joven Omega.

— Oh, es verdad. Vamos juntas, Doc Jen.

— ¿Eh? ¿A dónde?—preguntó la castaña con curiosidad.

— ¿No sabes que día es hoy?

— ¿. . . Hoy?

— He, mejor acompáñame.

Irene, consciente de la curiosidad de Jennie, decidió guardar la sorpresa para el momento oportuno, generando una expectativa creciente en la mente de la nueva integrante del equipo.