𝟐𝟎. 𝐇𝐞𝐥𝐥𝐢𝐬𝐡 𝐬𝐦𝐨𝐨𝐭𝐡𝐢𝐞

401 48 5
                                    


El aire en el gimnasio estaba cargado de tensión. La tarde había comenzado como cualquier otra sesión de entrenamiento, con el equipo dividido en parejas, practicando técnicas de lucha libre, pero a medida que avanzaban los minutos, una creciente incomodidad se había apoderado de todas. Los ecos de las conversaciones y los choques de cuerpos se habían silenciado, como si el ambiente hubiera sido consumido por una nube oscura, emanada directamente desde el centro del ring donde Rosé se encontraba luchando.

O mejor dicho, dominando. Porque lo que estaba sucediendo no se podía considerar una pelea justa.

La imponente figura de Rosé estaba sobre su compañera de lucha, Son Chaeyoung, una omega dominante considerada entre las mejores que mejor desempeño había mostrado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La imponente figura de Rosé estaba sobre su compañera de lucha, Son Chaeyoung, una omega dominante considerada entre las mejores que mejor desempeño había mostrado. En lugar de una práctica amistosa y técnica, el combate se había convertido en un enfrentamiento feroz, casi brutal, con Rosé descargando su ira contenida en cada movimiento, en cada palabra. Su rostro estaba desfigurado por una mezcla de furia y frustración, los músculos de su cuerpo tensos como si estuviera conteniendo una explosión interna que amenazaba con estallar en cualquier momento.

¡MALDITA SEA! ¡YA DEJA DE JUGAR! —gritó Rosé, su voz resonando como un trueno en las paredes del gimnasio.

El grito cortó el aire como una cuchilla, alarmando a todas las presentes. En un instante, los movimientos de las demás integrantes se detuvieron, como si una orden silenciosa hubiera recorrido el lugar. Todas, sin excepción, volvieron sus ojos hacia el centro del ring, donde Rosé, con su figura dominante, estaba de pie, mirando con furia a Chaeyoung, quien yacía en el suelo de la lona, temblando mientras intentaba protegerse de la embestida.

—¡L-LO SIENTO, ROSÉ EONNIE...! —exclamó Chaeyoung, con la voz rota por el miedo en un tono tembloroso.

—¡¿Vas a concentrarte o qué?! —gritó de nuevo Rosé con su voz cargada de una autoridad casi militar, sus ojos ardían con una furia que ninguna de las chicas había visto antes—. ¡LEVÁNTATE O SACA TU CULO DEL RING!

La orden retumbó en el lugar, implacable. Chaeyoung, incapaz de soportar más la presión y el miedo, se levantó a duras penas, tropezando mientras trataba de abandonar el ring, sus movimientos eran torpes, casi atropellados por la prisa de escapar de la tormenta que era Rosé. Su respiración entrecortada, sus ojos cristalinos, era evidente que estaba al borde del llanto.

—Tú. —Rosé giró su cabeza bruscamente, y sus ojos buscaron una nueva víctima—. Nayeon. Ven aquí.

El sonido de su nombre hizo que Nayeon, que se encontraba cerca del ring observando con temor, se sobresaltara visiblemente. La orden fue tan directa que no le dejó espacio para pensar. Tragó saliva, intentando calmar los nervios que la invadían. Sabía lo que le esperaba, pero no tenía otra opción.

—¡S-Sí! —respondió con voz quebrada, mientras subía al ring con pasos vacilantes, sintiendo que sus piernas temblaban bajo su peso.

Desde el otro lado de la sala, Irene, observaba detenidamente, su ceño fruncido en una expresión de frustración. Los gritos de Rosé habían desatado un caos silencioso en el gimnasio, y era evidente que el estado mental de su compañera estaba afectando a todas. Las chicas habían dejado de entrenar, todas distraídas, sus miradas nerviosas y llenas de preocupación posándose repetidamente en el ring.

𝙏𝙝𝙚 𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣 || 𝘾𝙝𝙖𝙚𝙣𝙣𝙞𝙚 [𝙊𝙈𝙀𝙂𝘼𝙑𝙀𝙍𝙎𝙀 𝙂!𝙋]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora