21 Influencia Emocional.

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Ambos espadachines se lanzaron uno contra el otro, la menor mostraba con orgullo a su hermosa espada, la blandía con firmeza y experiencia adquirida por los años

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Ambos espadachines se lanzaron uno contra el otro, la menor mostraba con orgullo a su hermosa espada, la blandía con firmeza y experiencia adquirida por los años.

—Aun eres joven.— Zabuza recordó con una sonrisa y desvió el golpe de la espada usando su experiencia adquirida por la edad, siendo mayor que la niña, tenía mucho más que enseñar.

Cerró los puños, su espada había recibido un fuerte impacto y ella estaba un poco cansada. —Por eso es que es tan temido como espadachín.—

—Eres muy buena, pero te falta filo.— Afirmó Zabuza con alegría.

Cerró los ojos, sabe que no debe ser imprudente, pero se había contenido por años respecto a sus deseos. —Morir es parte de ser Shinobi, el honor nos puede costar la vida.— Afirmó mientras levantaba su hermosa espada

Zabuza sonrió. —Kubikiribocho estará feliz de poder pelear contra el filo de tu espada.— Su voz es firme, probando que Ryuko sonriera.

—Mucho me temo que jamás me he rendido frente a un reto tan evidente, por ello soy la persona más joven en tomar el mando de Anbu Raiz, y aun la más joven es estar al servicio del señor feudal.— Habló con arrogancia mientras concentraba chakra en su espada.

—Eres realmente conocido, incluso por tu amistad con los Uchiha.— Comentó un poco sarcástico.

Ryuko notó como Sasuke cerraba los puños, pero decidió hacerse cargo después, lo primero era hacer que el cliente se mantuviera a salvo. —Defiende al señor Tazuna y no intervengas.— Ordenó lanzándose sin temor al mayor.

Kazumi no dudaba al desenvainar su espada, eso mismo le había dado su reconocimiento ante las grandes naciones, siendo una excelente espadachín a temprana edad.

Zabuza sonrió, había escuchado cosas interesantes. —Sin embargo, temo decirle princesa, que tiene un gran punto débil, y no hablo de esos mocosos o de su cliente. -- Sonrió, mostrando su orgullo como miembro élite de Kiri.

Ryuko se sintió fría, bajo la guardia ante las palabras del mayor, terminando con un ligero corte en la mejilla por su descuido. —Si eres tan listo, demuéstralo.— Se mostró orgullosa, sabe que tiene muchos puntos débiles, más por otras personas que por su habilidad. Es decir, por ejemplo Itachi es un gran punto débil, sabe que jamás dudaría en defenderlo, aun cuando él la hirió, no se cree capaz de regresar el golpe a su amado. Por eso, se había ido de la aldea, todo con tal de evitar darle un golpe a Itachi.

Sonrió ante la astucia de la menor. —Ocultar secretos, es una gran debilidad, ¿qué diría él sobre tu huida de tu aldea?— Comentó con autosuficiencia.

Apretó con más fuerza su espada. —Bueno, esa aldea la hizo mi abuelo junto con el primero, puedo hacer lo que yo quiera. Después de todo, es mía.— Con un salto y realizando tres vueltas aéreas lanzó cinco kunai y varias shuriken. Metiéndose entre el ataque para llegar de frente y chocar su espada contra Kubikiribocho.

Desde Las Sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora