Me llamo Popls y desde pequeño fantaseaba con los zombies, como sobreviviría a un apocalipsis, que arma usaría, y todo lo que os podíais imaginar.
Era divertido imaginarme todo eso en la tranquilidad de mi casa, pero cuando el día Z llegó no estaba preparado.
Los primeros indicios llegaron por televisión, personas con sed de sangre que mataban a otras con excesiva violencia, aunque nunca salió que se los comieran. Los asesinatos se multiplicaban, y se hacían incluso hasta a plena luz del día. Las imágenes que se retransmitían cada día mostraban a asesinos encharcados en sangre y con partes de sus víctimas en sus manos. Las noticias hablaban de una especie de secta que intentaba causar temor. Una secta internacional y ampliamente extendida, pues cada vez más asesinatos eran retransmitidos.
Lo que las noticias no contaron, o no sabían, es que al rato las víctimas volvían a reaccionar y a andar, sólo con una pequeña diferencia, ahora querían alimentarse de humanos.
La guerra Z había empezado pero yo, ignorándolo todo, seguía de exámenes y apartado del mundo.
Cuando por fin estuve seguro de lo que sucedía fue cuando lo vi con mis propios ojos. Estaba saliendo de mi casa cuando mi vecina me adelantó, al alcanzar ella el patio escuché gruñidos, luego gritos y más tarde pude ver claramente (gracias a mi puerta de cristal) como el conserje atrapaba a mi vecina contra la puerta y le mordía. Poco a poco fue devorándola, arrancándole piel y músculo dejando al descubierto sus huesos.Corrí hacía casa, cogí agua, comida, una de mis espadas, las llaves del coche y el machete de mi padre, me vestí con el máximo de ropa que pude encontrar y pensé un plan para llegar hasta el coche y dirigirme a las montañas más deshabitadas.
Salí de casa de puntillas intentado pasar desapercibido pero nada más levantar la mirada encontré a la que había sido mi vecina atravesando el cristal de la puerta seguida de un par de conocidos más. No pude pesar mucho antes de que mi instinto hiciese que mi mano se levantara empuñando la espada y se clavase en su cráneo, una vez que mi instinto de supervivencia tomó el control el resto fue muy fácil. Ya tendría tiempo de arrepentirme cuando estuviese a salvo.
Tras mi pequeña primera masacre, salí por la puerta y me dirigí al coche. Sabía que no podría echar gasolina pero al menos esperaba que me permitiera salir de la ciudad. La cochera estaba tranquila, será porque la única forma de acceder es con llaves. Eso me hizo relajarme y me permitió desahogar mi llanto por las vidas que acababa de sesgar.
Tras ese lujo, que no sabría cuando me lo podría volver a permitir, arranqué el coche y me dispuse a salir al nuevo mundo. Atravesé la ciudad sin accidentes gracias a que las calles estaban desérticas con la excepción de varios zombies que intentaban perseguir el ruido del coche hasta que lo perdían. Al salir, me dirigí al norte, evitando las autovías e intentado visualizar algún sitio donde dormir.
La primera noche la pase en un cobertizo, donde intenté tapiar la puerta y donde para mayor seguridad dormí dentro del coche. A la mañana siguiente volví al camino, la gasolina escaseaba y cuando el coche se parara me encontraría con el gran problema de cargar con la comida y bebida que había recolectado.
El coche se detuvo en un camino desértico, desde entonces continué a pie, buscando donde refugiarme y peleando contra la que se me cruce vivo o muerto, ¿Por qué de algo hay que alimentarse no?.
El día Z nos cambió a todos, ya no sólo a ellos, los que comen carne, ya no son ellos los más salvajes. Y ahora que te he contado mi historia, me gustaría saber la tuya porque me gustaría hacerla parte de la mía una vez que tu fueras parte de mi estómago así podría agradecerte mantenerme con vida.
Así que... ¿Greyse era no?. Soy todo oídos.
DEDICADO A @greyse00 ❤
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†Historias de terror†
HorrorAquí encontrarás todo tipo de historias que te erizarán la piel. Sugerencia: Leer en la noche. #12 en Terror 06/01/2016. #4 en Terror 08/01/2016. #2 en Terror 10/01/2016. #1 en Terror 10/01/2016.