Semanas

94 1 0
                                    

Ayse Sultan

Las semanas transcurrieron como  las gotas de agua en una fuente de mármol, marcando el ritmo de mi vida junto a mi esposo, era muy discreto y casi no hablabamos, cada vez que podía revisaba sus papeles sin que nadie me viera, pero estaba ganando su confianza al ayudarle con los negocios familiares. Al principio mi Malhum y yo, dormíamos separadas, hasta que decidí que Malhum, mi confidente más fiel, merecía un lugar cerca de mí. Ordené que prepararan una cama para ella en mi habitación, junto a un delicado escritorio, pero solo podía dormir conmigo cuando Yusuf hacia sus viajes.

Fue en una tarde silenciosa cuando Malhum irrumpió en mi habitación, llevando consigo una noticia que transformaría mi percepción de Yusuf para siempre. Mientras yo me encontraba absorta en mi escritorio, Malhum entró con paso agitado, como una brisa que anuncia un cambio en el aire.

-"Sultana, tengo información que puede interesarte", anunció con urgencia.

"Cuéntame, Malhum", respondí, expectante.

Con delicadeza, Malhum me entregó una carta que había caído del bolsillo de Yusuf, obtenida gracias a la astucia de nuestros espías. Con manos temblorosas, rompí el sello y desplegué el papel, revelando palabras impregnadas de pasión y peligro.

"El dueño de mis pensamientos, mi ancla en este mar tumultuoso de la vida. ¿Cuántos océanos habremos de cruzar para estar juntos? Recuerda destruir esta carta, o nos veremos envueltos en un destino incierto. Nos encontraremos en nuestro lugar secreto.

Firmado: Amelia"

Nos quedamos asombradas ante el descubrimiento, mientras Malhum sugería con astucia que el lugar secreto aludido era la universidad. Decidimos disfrazar a nuestro espía para infiltrarse y descubrir la verdad detrás de los encuentros de Yusuf.

Al final, cuando nuestros ojos recibieron la noticia , sentí un escalofrío recorrer mi espalda como el roce suave de una pluma. Así que este era el verdadero secreto de Yusuf Efendi, un secreto tejido con hilos de amor y también de peligro.

Malhum entró nuevamente a la habitación:

-"Sultana" y bajó su cabeza 

-Dime 

-El secreto de Yusuf Efendí es que... sujetándose las manos

-Por favor continua 

-Su amor prohibido en un hombre, nuestros espías pudieron verlo en la universidad repetidas veces entrando en una habitación de deposito, pero un día pudieron verlo abrochándose su traje y con sus labios rojos saliendo de esa habitación seguido de otro hombre.

No podía creer lo que escuchaba al parecer mi esposo al igual que yo teníamos un romance prohibido.

Pero entre las revelaciones, un enigma persistía en mi mente. Si Yusuf pasaba la mañana en el bar y la tarde en la universidad, ¿quién era el mensajero que entregaba las cartas a su amante en el bar? Y más intrigante aún, ¿qué papel jugaba Yusuf en los asuntos de su padre?

-¿Tienen más pruebas? pregunté curiosa

-Los espías han seguido al hombre que salió de ahí, al parecer trabaja en ese bar, y parece ser hijo del dueño, pero nadie puede entrar a ese bar excepto los miembros.

Malhum quedó en silencio esperando que dijera algo...

Malhum

Decidí abordar el tema con cautela, observando su reacción mientras dejaba escapar mis palabras: "Pareces más nerviosa que contenta ante esta revelación, mi sultana".

-Si Malhum, porque hemos descubierto porque es tan reservado y porque no me desea, se supone que mi matrimonio haría que tuviera más control sobre él pero no es así.-tensándose de enojo-

a lo que le dije con cariño: "No te preocupes, vamos a poder descubrir que es lo que traman" acercándome más y más a ella.

Nos encontrábamos en su habitación, el suave susurro de la lluvia creando un ambiente íntimo a nuestro alrededor. Decidí envolverla en mis brazos, ofreciéndole mi consuelo mientras compartía una historia de mi infancia, una historia tejida con hilos de esperanza y resiliencia.

Mientras las palabras fluían de mis labios, vi cómo el cansancio y la tensión abandonaban su rostro, sustituidos por la paz de un sueño reparador. En ese momento, mientras contemplaba su serena expresión en el suave resplandor de la luz de la luna, me sentí afortunada de tenerla a mi lado, como la luz que guía en la oscuridad, se durmió en mi regazo mientras cantaba para ella.

¿Acaso no es lo más hermoso? ¿Poder mostrarte así tan vulnerable? Desde ese momento me di cuenta que sin ella mi vida no tendría sentido, ella representaba la esperanza de una nación, aunque ella reposaba en mi era yo la que me sentía segura, por haber entregado mi alma y mi corazón a una persona con el corazón tan puro como ella.

Las criadas tocaron la puerta, y de lo profundo del sueño de mi sultana no les escuchó, así que le dije que entrarán.

-La Sultana esta muy cansada, ayúdenme a recostarla en la cama.

Una de las criadas dijo mientras colocábamos a la sultana en su cama:

-Malhum Hatun la verdad eres muy afortunada, la sultana nunca confió en nosotras a ese nivel

-Es cierto 

intervino la otra criada

-Ella solo confió en su madre, y en Meriem, ahora te ve como su hermana y confía en ti.

Sus palabras quedaron en mi mente como un sello, sabía que ella no confiaba en nadie más que en su familia y Meriem, pero que me dijeran que la Sultana me ve como su hermana me tranquilizaba.

Quite su vestido con cuidado, arrope su cuerpo y me retiré a mi habitación con una sonrisa en mi rostro, una vez escuché que cuando amamos y somos amados somos fuertes y podemos con todas las dificultades.

Así que  inspirada empecé a componer una canción en mi habitación hasta quedarme dormida.

Me enamoré de mi Sultana -COMPLETA- Girls Love HistoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora