Un nuevo comienzo

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Perspectiva de la sultana Ayse

Y entonces llegó el día del parto. ¡Qué escena tan caótica y divertida fue esa! Por un lado, Malhum, y por el otro, yo, ambas listas para dar a luz al mismo tiempo. Yusuf y mi suegra corrían de un lado a otro, sin saber a quién atender primero. Meriem Hatun, que había regresado con Vanu y Canzu, tampoco sabía qué hacer con nosotras dos.

"¡Por Alá, esto es un caos!" exclamó Yusuf, con una mezcla de pánico y humor en su voz. "¡No sé si ser médico o padre en este momento!"

"¡Yusuf, concéntrate!" gritó mi suegra, tratando de mantener el orden. "¡Tenemos dos futuros del imperio en camino!"

Finalmente, con mucho esfuerzo y risas nerviosas, ambos bebés nacieron sanos y fuertes. La alegría y el alivio llenaron la habitación, y todos nos abrazamos, sabiendo que habíamos superado otro desafío juntos.

Mi pequeña niña, con sus ojos grandes y curiosos, parecía observar todo a su alrededor con una calma sorprendente. Mientras tanto, el niño de Malhum, con un llanto fuerte y enérgico, ya mostraba signos de ser un futuro líder.

"¡Mira esos pulmones!" bromeó Yusuf, sosteniendo al niño con orgullo. "Este pequeño va a ser un gran orador algún día."

"Y nuestra niña," dije, acariciando suavemente la mejilla de mi hija, "será la sabiduría detrás del trono."

La habitación se llenó de risas y lágrimas de felicidad, y en es

En un pequeño rincón del palacio, Malhum y yo nos encontrábamos juntas, recostadas en suaves cojines mientras sosteníamos a nuestros recién nacidos en brazos. El sol de la tarde se filtraba a través de las cortinas, iluminando la habitación con una cálida luz dorada. Los ojos de las dos brillaban con una mezcla de fatiga, amor, ternura y felicidad, reflejando los recuerdos compartidos y los sueños cumplidos.

Malhum rió suavemente, mirando a su hijo que dormía tranquilamente en sus brazos. "Fue una locura, pero también fue hermoso. No cambiaría esos momentos por nada en el mundo."- dijo mi amada

"Malhum," dije, mirándola con ternura, "¿has pensado en un nombre para el pequeño?"

Ella asintió, con una sonrisa iluminando su rostro. "Sí, quiero llamarlo Adam, en honor a mi abuelo. Fue un hombre valiente y justo. Quiero que mi hijo tenga esas cualidades, además es un nombre que une a nuestros pueblos."

Sonreí y miré a mi hija. "Y yo quiero llamar a nuestra pequeña Leyla. Siempre me ha gustado ese nombre, y creo que le queda perfecto a ella. Es un nombre lleno de poesía y belleza."

Malhum asintió con aprobación. "Leyla y Adam. Me gusta. Nombres fuertes para futuros líderes."

Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la paz y la tranquilidad que llenaba la habitación. Nuestros bebés, Leyla y Adam, dormían profundamente, ajenos al mundo que los esperaba. Y en ese instante, supe que habíamos cumplido nuestra promesa: nuestros hijos habían nacido en libertad, rodeados de amor y esperanza.

FIN

🤱🤱💕

Me enamoré de mi Sultana -COMPLETA- Girls Love HistoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora