capítulo 4

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Khaotung pensó que su sábado sería tranquilo. al menos lo fue hasta el atardecer, cuando escuchó su timbre sonar.

abrió la puerta sin mirar, pensando que sería alguno de sus amigos que decidió visitarlo sin avisar. pero se encontró con: - First. - el menor se esperaba a cualquier persona menos a él.

pero lo alegraba verlo.

- ¿terminaste tus asuntos? - preguntó Khaotung con una sonrisa cordial, mientras le permitía entrar, porque no sabía de qué otra forma recibirlo.

- lo hice, gracias por preguntar. - sonrió First, quien llegó con una expresión de saber algo divertido. - de casualidad, ¿no extrañas algo, cenicienta?

a ti.

- si me haces esa pregunta supongo que me falta algo. - Khaotung se sintió tentado de darse una bofetada por pensar como un estúpido. - puedes pasar a la cocina, estaba por preparar mi cena. - ofreció.

basta, Khaotung.

pero First se quedó parado cerca de la puerta, que Khaotung acababa de cerrar. - tu recibidor. - señaló. - tiene un detalle.

Khaotung se giró a verlo, comenzando a enumerar en voz alta, porque lo veía igual que todos los días. - tengo una planta sintética de adorno, un mantel blanco, adornos que me han regalado, las llaves de mi casa, las llaves de mi auto, la boleta de la luz, un cupón de descuento.

- las llaves de tu auto. - repitió First. - auto que sigue estacionado en el bar.

Khaotung apretó sus labios en una fina línea, nuevamente olvidó un pequeño detalle.

- nos trajo tu amigo. - el menor comenzó a hablar consigo mismo. - lo olvidé.

First acarició su cabello, porque la escena le provocaba ternura. - vamos a buscar tu auto, o el lunes no tendrás cómo llegar a trabajar.

el menor sabía que no tendría otra oportunidad de ir por él sin que sus amigos se enteraran de que nuevamente olvidó la existencia del auto que compró en cuanto obtuvo su licencia de conducir. así que tomó las llaves de su casa, las de su auto y su billetera, para salir con el mayor.

- nuestro carruaje. - First señaló una motocicleta. - aquí tienes, cenicienta. - le entregó un casco.

Khaotung rodó los ojos, colocándose el casco después de sentarse. - no vayas a matarnos, drácula. - fue su última queja antes de que First acelerara, obligándolo a sujetarse con firmeza de su cintura.

lo consideraría romántico, si no fuera por el hecho de que si se soltaba un poco, saldría volando.

- 🍊 -

fácilmente pudo subir a su auto en cuanto observó que seguía intacto en el estacionamiento, e irse a su casa a continuar la elaboración de su cena. pero Joong le pidió que se quedara a comer con ellos.

¿cómo negarse cuando Joong realizó la invitación de forma tan amable?

- la pizza que preparamos Dunk y yo es de las mejores. - aseguró Joong, quien no permitió que él o First intervinieran en su receta.

- la masa es lo que mejor nos queda. - concordó Dunk.

- cuidado, estás frente a un experto en masas y hornos. - First no parecía estar burlándose de él con ese comentario. - ¿me ayudas a ordenar la mesa?

Khaotung asintió, aunque realmente su aporte fue traer y llevar las cosas desde las manos de First hacia la mesa, porque desconocía totalmente ese lugar.

nunca había estado en esa parte del bar. lo cual era comprensible, porque no era un cliente habitual. además, ese sector pertenecía al personal.

- la decoración de la cocina es bastante linda. - comentó Khaotung para hacer conversación.

Pastelero a tus pasteles | FirstKhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora