capítulo 17

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— ¿qué buscas, cenicienta? — le preguntó First, luego de verlo dar vueltas por la casa.

— algo. — murmuró, ¿cómo era posible que hubiera perdido sus lentes? no, no estaban perdidos. sólo olvidó dónde los dejó. — ¿has visto mis lentes? — se rindió.

si había alguien que podía ayudarlo, era First.

— ¿te refieres a los lentes que tienes sobre tu cabeza? — contestó, con una sonrisa.

Khaotung llevó su mano en esa dirección, y los encontró. — gracias. — se sonrojó, tomando asiento a su lado en el sofá. — pensé que tendría que ir al oculista de nuevo.

ya había ido la semana pasada, encontrando después sus lentes en la pastelería.

— no importa, te habría acompañado de nuevo de haber sido necesario. — First pasó un brazo sobre sus hombros. — deberías contratar un seguro.

— ¿por olvidos? — rió, recargándose contra el cuerpo del otro. — Mix sugirió que le coloque un cordel a los lentes, para que cuelguen de mi cuello.

— no es una mala idea, cenicienta.

Khaotung lo golpeó en el pecho. — solo los perdí una vez, bueno, fueron dos veces. 

— fueron tres. — First acarició su mejilla. — al menos ya los encontramos, y podrás leer con comodidad el libro que te entregó Book. — miró el recetario que descansaba sobre la mesa de centro. — ¿amor? — preguntó ante su silencio.

— en momentos me siento mal por lo que le sucedió a Pod. — murmuró, disfrutando de su caricia, cambiando el rumbo de la conversación. — ser plantado el día de tu boda es algo que no le desearía a nadie, ni siquiera a él.

— Pod vivió en carne propia lo que te hizo vivir. — habló el mayor. — ella le fue infiel, así como él decidió engañarte a ti. la boda lo hace parecer peor, pero no es una situación diferente.

Khaotung dejó los lentes sobre el recetario, para abrazar cómodamente al otro. — ¿concuerdas con Mix en que este fue su karma?

— sí, estoy muy de acuerdo con él. — admitió, dejándolo refugiarse entre sus brazos. — incluso agradezco que exista un vídeo.

— First. — lo regañó.

— solo bromeo. — ambos sabían que no lo hacía del todo. — entiendo que te sientas mal, Khaotung. es lamentable que suceda eso el día de tu boda. pero como tu novio, cuando recuerdo que es tu expareja...

— First, — volvió a utilizar un tono de regaño. — no guardes rencores, eso es malo.

— en mi corazón solo guardo amor, que es para ti. — lo sujetó por la barbilla para depositar un beso en sus labios. — no quiero que estés preocupado por él.

— no lo estoy, fue solo lo inesperado de la situación. — aclaró. — mañana por la tarde me quedaré a cocinar en la pastelería, para poner en práctica lo que quiere Book.

— ¿cómo dices?, ¿que nos quedaremos a cocinar los dos mañana por la tarde? — First le robó otro beso. — ¿qué quiere Book que prepares?

— me dijo el nombre, pero lo olvidé. — admitió Khaotung, sintiéndose tranquilo de contar con su compañía. — lo dejó marcado con un adhesivo, así que no me preocupé por recordarlo.

First se rió, porque aquello no le sorprendía. — ¿sabes qué otra cosa estás olvidando? — le preguntó el mayor.

— no me digas que cumplimos otro mes. — se asustó, causando que el otro riera un poco más. — no es eso, no me ha notificado el calendario. tampoco es tu cumpleaños, ni el de nuestros amigos. — comenzó a hacer memoria. — ¿qué olvidé?

Pastelero a tus pasteles | FirstKhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora