capítulo 8

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- Tung. - le habló Book. - aquí tienes. - dijo, extendiendo hacia él un frasco con azúcar, porque vió su expresión de amargura al probar su café.

- gracias, olvidé colocarle. - contestó con una sonrisa, porque First era quien le preparaba el café la mayoría de las veces. - debo confesar que lo extraño. - suspiró con pesar.

First pidió libre esa semana para tratar algunos asuntos del bar, dejando los repartos a cargo de Marc, quien se estaba desempeñando de maravilla, por lo que Force no se opuso.

pero Khaotung extrañaba conversar con él mientras cocinaba, aún cuando Mark hablaba por todos los presentes en la cocina.

- eso deberías decírselo a tu novio. - Book lo apuntó con la cuchara con que revolvía el contenido en su taza. - no a mí.

el menor no pudo evitar sonreír, se escuchaba lindo que se refirieran a First como su novio.

- llámalo. - animó Force, que hasta ese momento estaba ocupado sacando cuentas.

- no quiero parecer molesto. - negó. - recién es el segundo día en que no viene. además, hablamos anoche.

- cuando dices hablar, ¿te refieres a dormir en videollamada? - Book era un chismoso.

- después de preguntarle cómo estuvo su día, sí. - corrigió Khaotung.

Force llevó su celular a su oído. - todo bien por acá, - hablaba de forma animada. - solo quería contarte que Khaotung te extraña, pero, - silencio. - exacto, no quiere parecer molesto para su novio.

- Jiratchapong, ni creas que la próxima vez que te enfermes iré a cuidarte. - Khaotung rojo por la vergüenza le quitó el celular, escuchando la risa del mayor provenir de él. - no te rías, First.

- yo también te extraño, cenicienta. - esas palabras eran lo que su corazón necesitaba escuchar, que lo extrañaba. - quisiera estar contigo, viéndote cocinar, - que extrañaba su rutina. - que estar viendo a Joong luchando con la escoba.

- necesitamos una nueva, Kanaphan, la de nosotros está rota. - la voz de Joong se escuchaba lejana. - Khaotung, dile a First que sea un buen jefe e invierta en una escoba.

- no molestes a mi novio. - lo regañó el mayor, provocándole mariposas en el estómago por referirse así de él. - entonces, ¿hoy puedo ir a verte a tu casa?

- claro que puedes, si primero compras esa dichosa escoba.

- te enviaré una foto de Joong barriendo con ella. - prometió First. - nos vemos más tarde.

- Dunk, First me está molestando. - escuchó de fondo el menor.

- nos vemos. - Khaotung colgó la llamada, devolviéndole el celular a su dueño. - maldito seas, Force. - se quejó, aunque estaba feliz de haber conseguido hablar con el otro. - va a pensar que no puedo estar sin él.

- no, Tung. - Force negó con seriedad. - First necesita saber que quieres estar con él. - aclaró. - nosotros sabemos que eres una persona autosuficiente y puedes estar solo, pero, ¿no escuchaste lo alegre que se escuchaba por saber que también lo extrañabas, como él a ti?

- Force tiene razón. - apoyó Mark, entrando a la oficina. - la comunicación es importante en las relaciones. - sonrió. - golpee la puerta, pero nadie respondió. entré para avisar que Poon y yo ya empacamos los pedidos, Marc está por salir a repartirlos.

- gracias, Mark. - Book revisó su agenda. - justo a tiempo.

los nuevos compañeros de trabajo ya llevaban dos semanas en la pastelería, resultando ser muy eficientes en sus puestos. a tal punto, que Khaotung y Book confiaban en que trabajaran solos en ciertas ocasiones.

Pastelero a tus pasteles | FirstKhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora