Mi madre se acercó a mi. Por un momento llegué a pensar que me golpearía, pero sorpresivamente, sólo suspiró.
—La próxima vez no llegues tan tarde, o tan siquiera avísame —dijo—. Me tenías preocupada.
—Sí mamá —le respondí apenado—. Lo haré.
Mi mamá me abrazó, me dio un beso en la frente y subió a su cuarto.
Subí también yo, me puse mi pijama y me acosté.
Me puse a ver mi teléfono, cuando una notificación de Instagram me llegó.
"Damián Artz (@damiartz) comenzó a seguirte"
Me emocioné y comencé a sonreír como tonto.
—No debería responder tan rápido, me voy a ver muy intenso —pensé.
Me puse a ver videos hasta que sin querer, me quedé dormido.
A la mañana siguiente me desperté por la alarma de mi celular. Lo revisé y sólo tenía 3% de batería.
—Rayos —pensé.
Me levanté y conecté mi teléfono. Me bañé, me vestí, bajé a desayunar, volví a subir, me terminé de arreglar y luego salí de la casa.
Llegué justo a tiempo para la primer clase, la cual estuvo bastante aburrida. Entre esas, me estaba quedando dormido.
De pronto me sentí observado. Volteé a ver hacia afuera, y alcancé a ver a alguien esconderse detrás de un árbol frente a mi salón. ¿Será Valentín?
Decidí no prestarle demasiada importancia, tal vez si no le hacía caso dejaría de molestarme.
Cuando terminó la clase, decidí ir a investigar un poco, pero ya no había nadie.
—Tal vez fue mi imaginación —dije para mí mismo.
—Eh... —dijo alguien con una voz muy grave sacándome un susto de por medio— ¿Buscas algo?
Valentín apareció como un fantasma detrás mío, su piel pálida y su mirada tan
pesada me erizó la piel como si hubiera visto a un fantasma.
—¡Ay! Yo... Yo...
—Bueno, no importa —dijo interrumpiéndome al mismo tiempo que sacaba algo de su bolsillo—. Toma, te traje esto —dijo.
Me entregó un chocolate Kinder y un pedazo de papel con su número escrito.
—Este... ¿Gracias? —le dije, a lo que él asintió y se fue.
Tal vez lo que pasó ayer con él fue un malentendido. Quizá malpensé las cosas y sólo quiere ser amable.
Guardé su número en mi teléfono, pero no le mandé mensaje ni nada.
—¿Qué te dio? —dijo Daria acercándose.
—Eh... ¡Nada! —le dije, temía que fuera a pensar mal o que se fuera a sentir mal porque me parece que le gusta.
—¡Oigan! —dijo Raúl saliendo del salón— ¿Ya vieron lo que publicó Valeria?
—No —dije—. Ni siquiera la tengo agregada.
Valeria es una chica del salón. Tiene mucho dinero porque su papá es dueño de una tienda en línea. Yo casi no he hablado con ella, así que no sé del todo bien cómo es.
—Mmm... —Daria se detuvo a pensar un poco— ¿Lo de su fiesta?
—¡Sí! —respondió emocionado Raúl.
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Las Flores de Dante
RomanceEl romance adolescente pasó de moda. Lo de hoy es el amor universitario. Sigue la historia de este romance universitario siguiendo la vida amorosa de Dante Alcocer.