▫️CAP 4▫️

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Habían ya pasado barios minutos desde que entramos en una tienda, en la cual estábamos eligiendo las prendas que llevaríamos, y aun que nuestro dinero era limitado podríamos comprarnos una a que otra cosa, que no sea tan caro claro esta. Según nuestra situación económica, no recordaba la última ves que salí de compras, quizás fue hace unos cinco meses y si no mal recordaba solo fui a comprar ropa interior.

Olga por su parte, no recordaba la últimas ves que fue, dijo que su madre siempre la llevaba de compras, y desde que ella se fue nadie más lo hizo, y aunque extraña mucho a su madre cree que hizo bien en irse, la situación de su familia era desagradable, su padre es alcohólico y siempre golpeaba a su madre. La primera vez que la vi, fue en la uni, tenía un gran moretón en el lado izquierdo de su ojo, y varias ematomas esparcida por todo el cuerpo, después de que pudiera familiarizarme más con ella y ganarme su confianza, le pregunte por que tenia esos golpes, a lo que ella me respondio; que su padre solía soñar con su madre, y siempre que lo hacía se desquitaba con ella ya que recordar a la mujer que lo había abandonado lo emfurecia bastante.

Ella siempre se ha culpado de que su madre los hubiera abandonado, y cree que si pudiera hacer que su padre cambie, su progenitora volvería con ellos. Lo cual dudo mucho, seguro su madre ha de estar feliz en algún otro lugar. Su padre siempre a dicho que ella era un producto del amante de su madre, por eso nunca le ha demostrado cariño, desde allí empezó los golpes, ya que su padre la culpaba por el abandono de su madre, desde ahi ella empezo a culparse, por eso algunos días ella se iba a dormir en mi casa, ya que su padre estaba tan borracho que no lograba reconocerla y en algunos casos la golpeaba tan fuerte que la dejaba inconsciente, varias veces le he dicho que le demandará, pero ella se negaba, no quería quedarse sola, y no quería causar más problemas.

—.¿Que te párese este?— su voz me saco de mis pensamientos.

Le di un leve asentimiento para volver a ver la falda que tenia en la mano.

—.¿Te gusta ese?— pregunto viendo la prenda que yacía en el colocador 0como antes.

—.Si, pero no creo que me quedé bien— confesé.

—.Te quedará hermoso Mavis, pruebatelo— me alento.

—.¿Tu crees?— pregunte mirando de nuevo la falda.

—.Si no lo haces, lo comprare igual y te obligare a que lo uses esta noche— dijo con simplesa.

Rei ante sus ocurrencias—.Creo que si la llevare— agarre la falda mientras empezábamos a encaminarnos hacia la dirección de los tops.

Ya saliendo de la tienda, con todas las ropas que compramos, nos dirigimos a una de las heladerías que se inauguró recién en el centro comercial, y para no sorpresa, cuando llegamos vimos una larga fila de personas esperando comprar un helado.

—.Del uno al diez, ¿que tanto quieres ese helado?— pregunto ella, mientras dejaba las bolsas en una mesa de decoración que estaba situada en frente del local.

—.Un cien— respondí, sintiendo mi estómago removerse por el hambre.

—.En los últimos dias has estado con antojos raros— recordó, acomodando todo para poder agarrar su celular de una de las bolsas.

—.Si, además de los dolores en las tripas— recordé, sentándome en una de sillas.

—.Bueno, soy la tía y quiero que sea niña— bromeo soltando una leve risa.

—.Soy la mamá, y todavía no conozco a su papá— seguí el juego.

—.No lo conocerás si sigues siendo timida— corroboro.

—.No soy tímida, solo soy penosa— me defendí.

—.¿Acaso hay diferencia?— la mire con reproche, ella sacaba el dinero que nos sobro.

Seducción FatalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora