★chapter seven. . . .

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chapter seven: she knows«ella sabe»

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chapter seven: she knows
«ella sabe»





chapter seven: she knows«ella sabe»

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ARIS TENÍA UN DIARIO. Era muy cursi, muy de niña. Pero tenía un diario. Una libreta que se encontraba dentro de un cuartito que los palos usaban como almacén, y que cuando lo vio el segundo día de su estancia, enseguida le preguntó a Patri si podía usarlo.

Ahí había expresado su preocupación frente a la situación de que (literalmente) todas las chicas le odiasen menos Sonya, María y las líderes. La mayoría de las chicas lo intentaba ocultar y le trataban lo mejor que podían, pero se notaba bastante la tensión. Por lo que él sabía, la chica que había llegado antes que él, Raquel, había llegado dos meses antes, así que Aris había llegado bastante retrasado.

En ese diario, Aris había contando también todo recuerdo y cada paso que iba a seguir, manteniéndose fiel a todo aquello que le rodeaba.

"Día 23 en el grupo:

Tengo el presentimiento de que pase lo que pase a continuación va a acabar mal. Patri cada día que la veo está mas guapa a mi parecer, y espero que todo esto pase sin que ella lo sepa. Preferiblemente, que no lo sepa nadie. El hecho de saber que yo creé esto me carcome de culpa, y deseo que pueda contrarrestarlo ayudando a las chicas por muy mal que les caiga. Las cosas van a seguir su curso natural: cuando sea el momento, saldremos del Laberinto y yo activaré el código. Cuanto antes pase todo, mejor. No me quiero imaginar como se pondrán cuando se enteren. Y en el caso de que me perdonen y no me destierren al Laberinto. Las palabras de Patri me persiguen. No llegó a volver a jugar con María.

Aris terminó de escribir en la página en blanco amarillento por la humedad. Suspiró mientras lo dejaba debajo de la almohada sobre la que dormía y lo tapó bien. Salió de las Cabañas (donde dormían las chicas, pequeñas cabañas divididas en grupos de cuatro) y se dirigió al lugar donde solía trabajar con Sonya.

Pero no sabía que alguien le miraba. Alguien muy curioso y muy Español. María.

Ella sabía que Aris tenía un diario, y ella tenía que leer ese diario. No lo habíamos mencionado, María era la más pequeña del grupo. Si, la peor hablada, la más chismosa, la más gritona. Mientras los Palos tenían dieciséis años aproximadamente, ella tendría doce o trece.

María siempre iba por libre. No tenía un puesto de trabajo fijo, cada día estaba donde le apetecía. Hoy, por ejemplo, estaba haciendo de espía por encargo personal.

Bien alerta de que no hubiese nadie mirando, se adentró dentro de las Cabañas y se metió en la de Aris. Había estado espiando al chico, y sabía que el pequeño cuaderno de solapas naranja desgastado se encontraba en el camastro del mismo color.

Sin que nadie la viese, cerró la puerta con pestillo y se acercó al camastro. Levantó la almohada y sacó el diario.

«Vamos a ver qué tienes, pequeñín.»

Se metió el cuaderno en el elástico del pantalón y lo cubrió con la camiseta de manga corta. Miró por la ventana: los Palos estaban a lo suyo. Sacó el pestillo y salió como una chispa por la puerta. Se adentró al pequeño bosquecito y se sentó en un árbol resguardado.

Abrió la libreta y comenzó a leer día por día.

"Día 12 en la Zona:

Desde que Patri y yo hablamos el otro día, conseguimos llevarnos mejor. Siento que Patri me está empezando a gustar. Aunque, bueno, que se le va a hacer. Que ahora le caiga bien no significa que me guste."

María leyó esa página, que confirmaba que Aris estaba por Patri. Sí, "confirmaba", porque todas las chicas, tanto a las que le caía bien como a las que no, sabían como la miraba. María tendría varias cosas de las que informar a los Palos.

"Día 17 en la Zona:

He tenido un sueño rarísimo, mas que rarísimo, deseable. Parecía hasta un recuerdo. Cleo y yo teníamos una cita en un jardín subterráneo de plantas fluorescentes -"Aris tiene problemas mentales", pensó María-. A parte, conocía a una chica que era la madre de María, que se llamaba Sara y también tenía el mismo acento. A ver, estábamos en una ciudad, y vivíamos en una especie de residencia/laboratorio junto con unas personas mas. Yo me iba después de que esa tal "Sara" me diese unos consejos a un restaurante. Y entonces aparecía Patri, y yo pedía la comida y luego la llevaba a ese jardín radioactivo y luego nos besábamos. Cuantos "luegos"."

Punto 2: Patri le había contado a María ese mismo sueño. Después de haber leído esto, entendió que a lo mejor no era un simple sueño, y como el propio Aris había escrito, "parecía hasta un recuerdo."

"Día 20 en la Zona:

No. Ya sé porqué estoy aquí. Y no, no se si es algo bueno o malo. Por una parte; estoy para sacar de aquí a los Palos, vengo de parte de C.R.U.E.L, quienes nos han metido aquí y que me han devuelto mis recuerdos; por otra parte, si las saco de aquí, las llevaré a un infierno, literalmente. O, bueno, a la segunda prueba. Que no sé que es peor. Así que, después de haberle dado muchas vueltas, he decidido que las voy a sacar de aquí, pero no las voy a llevar a C.R.U.E.L. Allí iré yo. Me da pereza escribir aquí todo eso, pero solo aseguro que a ellas no las van a volver a tocar con los experimentos."

Ahora María se había olvidado de que a Aris le gustaba Patri, de que habían tenido el mismo recuerdo. Ahora solo sentía que se acababa de meter en un jardín en el que estaban en juego la vida de todos los Palos.




 Ahora solo sentía que se acababa de meter en un jardín en el que estaban en juego la vida de todos los Palos

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958 palabras
Areh ✨🌿

𝗔𝗧𝗔𝗥𝗔𝗫𝗜𝗔 ★ ᴀʀɪs ᴊᴏɴᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora