Amantes - Young Miko y Nicki Nicole

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El sol brillaba en el horizonte cuando Miko y Nicki abordaron el jet privado, listas para su aventura en Puerto Rico. Con el sonido de las hélices zumbando en el aire, se prepararon para el emocionante viaje que tenían por delante. Mientras el avión despegaba, Nicki miró por la ventana, pensando en qué sería de Alejandro, no había ni un mensaje de él. Pero por la mente de Nicki nunca se le pasó que Alejandro le era infiel, ella pensaba que él se iba con su familia, ya que eso le decía cuando se iba por un tiempo, Nicki estaba acostumbrada. Aunque se sentía cansada de que Alejandro no pasará con ella, y que pasará sola, su corazón estaba cansado de que pasara lo mismo con él, pero no lo soltaba, su mente le decía que lo dejara atrás, olvidarlo, borrarlo, pero, su corazón le decía que lo buscará... Por alguna razón, su corazón también se sentía vacío.

Los pensamientos de Nicki se desvanecieron al escuchar la voz de su amante...

- ¿Qué tienes, baby?

Dijo Miko un poco adormilada, con su cabeza recostada en el hombro de la otra.
Nicki sonrió levemente, acariciando el cabello de Miko con suavidad.

- Nada, solo estaba pensando un poco -respondió, tratando de ocultar la preocupación en su voz.

Miko levantó su cabeza y volvió a mirar a Nicki seriamente.

- ¿Otra vez pensado en ese cabron, baby? Por dios... -dijo Miko con un tono enojado acompañado de un bufido.

- Es que no puedo dejar de preocuparme por él...

- Nicki... ¿eres consciente de que ahorita se debe estar cogiendo a otram?

Nicki miró fijamente a Miko, con la boca abierta y los ojos comenzando a nublarse por las lágrimas de tristeza que pronto cayeron por su mejilla. No quería aceptar la realidad; pensaba que no podía ser verdad, que su novio, Alejandro, nunca la engañaría.

Miko, al darse cuenta del impacto de sus palabras, suavizó su expresión y tomó a Nicki de la mano.

- Lo siento, baby. No debí decirlo así. Solo quiero que te des cuenta de lo mucho que vales y que no mereces que te traten de esa manera -dijo Miko con voz más dulce.

Nicki bajó la mirada, aún luchando con sus emociones, y apretó la mano de Miko.

- Gracias, Vicky. Es solo que... es difícil dejarlo ir.

- Lo sé, cariño, pero recuerda que estoy aquí contigo, no estás sola.

Nicki respiró hondo, sintiendo el consuelo en los brazos de Miko, y decidió que, aunque el camino fuera difícil, intentaría seguir adelante.

- Mantén tú mente en que nos iremos a mi isla, podrás conocer personas nuevas... por ejemplo mis padres.

El avión continuó su ascenso, llevándolas hacia su destino, Miko volvió a recostarse en Nicki y se durmió. Nicki cerró los ojos por un momento, dejando que el sonido rítmico de las hélices la calmara. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que podía dejar el dolor atrás y abrirse a nuevas experiencias. Con Miko a su lado, tenía la fuerza para enfrentar cualquier cosa que viniera.

Nicki llegó con una sonrisa a la casa de los padres de Miko, sintiendo una felicidad genuina al saber que los iba a conocer. La madre de Miko las recibió en la puerta con un abrazo cálido para su hija y un saludo amable para Nicki.

- Qué alegría verte, hija -dijo la madre, abrazándola con fuerza. Luego, volvió su atención a Nicki, sonriendo amablemente.

- Gracias, señora -respondió Nicki, correspondiendo la sonrisa.