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La noche había avanzado y Miko, aún algo ebria, había salido de la casa de Nicki. En su mente, todo estaba confuso. Las palabras que había dicho sobre Tini seguían dando vueltas en su cabeza, pero algo más la inquietaba. Sabía que, en el fondo, su conexión con Tini era más intensa de lo que quería admitir. Algo dentro de ella le decía que necesitaba verla.

Fue entonces cuando su celular vibró. Era un mensaje de Tini. La pantalla brilló con el nombre de Tini y el mensaje que la hizo detenerse.

"Quiero verte... necesito verte."

Las palabras de Tini resonaron en su mente. Aunque el alcohol aún corría por sus venas, la sensación que le produjo el mensaje fue diferente a todas las que había tenido antes. Tini no solía ser tan directa, y de alguna forma, el hecho de que la llamara así, con tanta urgencia, la hizo sentir algo que no podía explicar.

Miko respondió rápidamente, casi sin pensarlo:

"Estoy fuera, ¿a dónde quieres que te vea?"

Tini, al otro lado, no tardó en responder:

"Ven a mi casa. Hay algo de lo que necesito hablar contigo."

Miko sintió un impulso irresistible. Sabía que debía ir. No solo porque Tini la había llamado, sino porque había algo dentro de ella que la estaba empujando hacia ese encuentro. La necesidad de estar cerca de Tini, de entender qué estaba pasando entre ellas, se hizo más fuerte que cualquier otra cosa.

Sin pensarlo más, Miko tomó sus cosas y se subió al coche. El viaje a la casa de Tini fue silencioso, pero en su mente, mil pensamientos chocaban entre sí. ¿Qué pasaría cuando la viera? ¿Estaba dispuesta a afrontar lo que sentía?

Una vez dentro, Tini la condujo hacia el salón, donde la luz suave de las lámparas creaba una atmósfera íntima y acogedora. El aire estaba cargado de una tensión palpable, como si ambas supieran que este momento definiría algo más allá de una simple amistad. Las palabras parecían inútiles, y fue Tini quien rompió el silencio con una mirada intensa, como si quisiera decir todo sin pronunciar una sola palabra.

Miko la miró fijamente, sintiendo que el espacio entre ellas se acortaba a medida que el corazón le latía más rápido. Tini no apartó la vista de ella, sus ojos oscilando entre la incertidumbre y el deseo. Era como si ambas se hubieran entendido sin necesidad de hablar. La conexión que habían ignorado por tanto tiempo ahora estaba a punto de estallar.

Sin que ninguna de las dos lo pensara, Tini dio un paso hacia Miko, y en un movimiento casi instintivo, sus labios se encontraron. Fue un beso suave al principio, una prueba, un suspiro entre dos almas que se reconocían. Pero a medida que las sensaciones se apoderaban de ellas, el beso se volvió más intenso, más urgente, como si las palabras ya no pudieran expresar lo que sentían.

El calor de sus cuerpos se fundía mientras sus bocas se buscaban, y Miko, sin pensarlo, rodeó la cintura de Tini con sus brazos, acercándola más hacia ella. El beso decía más que cualquier palabra. Había un anhelo profundo, una mezcla de incertidumbre y deseo que se manifestaba con cada roce de labios, con cada respiración compartida. En ese instante, el mundo a su alrededor desapareció, y lo único que importaba era el contacto, la sensación de estar juntas, por fin.

Tini, sintiendo cómo la pasión la invadía, llevó una mano hacia el rostro de Miko, acariciando su mejilla con suavidad, como si temiera que todo esto pudiera desvanecerse. Miko respondió con la misma intensidad, sus dedos rozando la piel de Tini, temblando de emoción. No había más dudas, solo el deseo de explorar ese momento juntas, de dejarse llevar por lo que estaba surgiendo entre ellas.

El beso se alargó, pero ninguna de las dos lo quería terminar. El tiempo parecía detenerse mientras se entregaban por completo al momento, sin pensar en lo que significaría después, solo en lo que estaban sintiendo en ese preciso instante.

Amantes - Young Miko y Nicki Nicole Donde viven las historias. Descúbrelo ahora