Capitulo 16

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El mañana pt.2

El ángel llegó como pudo a su habitación y se ahogó en sus sábanas, en un fallido y burdo intento de afrontar su vergüenza. Aún no lograba comprender cómo era que se la había ocurrido tal estupidez, ¿como mierda se le ocurrirá acostarse con Alastor? Si alguien se llagara a enterar toda su reputación se vendría abajo, ya era capaz de imaginar los titulares de los mezquinos periódicos del infierno, "El rey ofrece el culo al mejor postor" o "Demonio de la radio destrona al rey y lo convierte en la reina" o cualquier mierda de ese estilo, le era enfermizo el tan solo pensar en lo que podría suceder.

Lucifer se levantó de su cama, despegándose de sus protectoras y cómodas sábanas de seda, y prontamente despojándose de sus prendas, todo esto en misión de darse una ducha para despejar su cabeza y limpiar su interior, de manera metafórica y no metafórica. Tras llegar a su fino baño, tapizado en mosaicos de mármol y cuarzo, encendió el agua, esperando que esta se calentara a una temperatura agradable, mientras se miraba en el espejo de marco dorado, repasando con su mano las marcas que el pecador había dejado en su cuerpo, le hacía sentir bien mirar esas mordidas y chupones, le hacía sentir deseado pero a la vez le hacía sentir sucio, al ser el mismo lucifer no tenía permitido tener esos placeres carnales con cualquiera.

El rubio ingresó a la ducha, una vez el agua se encontraba en una temperatura agradable. Tallaba su cuerpo en búsqueda de eliminar la evidencia de lo que había hecho, pero no lograba más que revivir los recuerdos de la noche. Intento luchar contra las tentaciones pero no podía sacar a ese hombre de su cabeza, lo necesitaba más de lo que le gustaba, lucho todo lo que pudo, pero nuevamente estaba tentado a pecar.

Su cabeza apoyada sobre su brazo reposado sobre el húmedo y frío mármol, observaba como su mano se movía en un constante vaivén, intentando aliviar su dureza, pero por más que se tocara no podía detener el calor que provocaba ese demonio en su cabeza, lo necesitaba nuevamente sobre el. Detuvo su vaivén al soltar un ajetreado y ronco jadeo, terminando por correrse en su propia mano y rociando la lujosa pared con sus fluidos. Se sentía asqueado de si mismo, no era posible que hubiera caído tan bajo, pero de hecho lo hizo.

Lo hecho, hecho está  [Alastor x Lucifer] [Radioapple] [Appleradio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora