Mi sangre hervía como nunca antes, no podía hacer nada contra ella. Las sonrisas brillantes eran lo único que relucía entre aquella abrumadora vista, pues, mi ira me había llevado a ver pequeños puntos de luz, el lugar pareció oscurecerse y el miedo repentino de que alguien de mi familia podría ser el siguiente allí, me hizo verlos aún más aterradores. Sus aspectos desaparecieron para solo quedar sus grandes presencias en compañía de una distorsionada apariencia.
No podía más con esa situación, tantos sentimientos hacían que la estabilidad de mi mente colapsara y mareos constantes cada vez más fuertes trataran de tumbarme; las luces, los olores, todo comenzaba a fastidiarme. En algún punto me dieron ganas de vomitar, de salir corriendo y tomar un poco de aire fresco, pero no estaba en la Tierra, no estaba en mi planeta. Nada era seguro en ese lugar y los seres que residían allí no eran confiables en absoluto. Incluso si desfallecía, nadie se arrimaría a auxiliarme. No tenía en quien apoyarme y a quien pedir ayuda. Todos en ese sitio trataban de terminar conmigo sin saber realmente el porqué, ¿Solo porque era una humana?, o, ¿Por alguna otra razón?
《Tranquilízate. Respira. No te dejes consumir por ellos. 》
Esas palabras taladraron de repente en mi cabeza como si fuera la voz de alguien más. Suspiré y volteé a los lados para ver de quien se trataba; las expresiones a las que solo había puesto atención habían hecho que no viera más allá de ellas. Una chica de cabello dorado y ojos morados brillantes en contraste de una piel blanca, casi dorada, se encontraba viéndome con tristeza. Me pareció extraño en realidad, tanto que el miedo comenzó a disminuir, mis latidos comenzaron a tornarse normales y el temblor desapareció en pequeños espasmos.
Algo en ella me pareció espectacular; parecía como si le conociera de antes y el simple hecho de verle me tranquilizó.
Al darse cuenta de que la miraba fijamente y sin disimulo, se sorprendió; sus labios se convirtieron en una línea fina y sus ojos se engrandecieron. Sonreí tranquila y ella pareció asentir, viéndome con determinación, un tanto ansiosa podría jurar, pero sobre todo con una expresión tan acogedora que no podría describir.
Ese pequeño e inexplicable momento me hizo sentir valor, aun si estaba consciente de que no debía de confiar en nadie en aquel lugar; las sensaciones parecieron pausarse y mi respiración ahora controlada al igual que mis latidos me dieron la señal para dar el siguiente paso. Me moví un poco del lugar en el que me encontraba, justo donde todos pudieran verme. Era precipitado, incluso inútil tal vez, pues no sería la única vez que temblara de miedo y que quisiera salir corriendo de allí, pero, quería demostrar algo frente a todos, algo en aquel día tenía que ser relevante ante aquellos seres, debía demostrar que sus risas y burlas eran sin gracia y sin motivo. Temblaría, de eso estaba segura, temería, eso era un hecho, me arrepentiría, no, esa no era absolutamente una opción si quería que me respetaran, si quería que dejaran de burlarse de mí y de la tierra. Quería demostrarles que también los humanos podríamos ser increíbles, temibles, capaces.
—¿Tienes algo que decir Crisma?- preguntó Galaxia- El escenario está libre para que des el cierre final. Tal vez con un discurso conmovedor u algo así.
— Me gustaría decir algo desde lo alto; desde aquí, en mi lugar.- respondí.
— Adelante entonces.
Todos me prestaron atención, mi cuerpo aun seguía dando señales del miedo que momentos atrás sentí, pero traté de que pasara desapercibido. Si al menos alguien en la tierra confiaba en mí, si al menos alguien del público sentía que yo era la indicada para representarles; tenía la necesidad de demostrarles mi valía
— Los humanos también somos capaces- pronuncié un tanto indecisa pero tomando intensidad de a poco- mientras que algunos de ustedes tienen alas para volar, nosotros las creamos. Siempre ha sido así; producimos artefactos que van más allá de nuestras propias posibilidades y destrezas. Mientras que ustedes pueden disponer de algo más grande... - me reí - bueno, no puedo decir gran cosa, ya que no los conozco en realidad, pero por lo poco que se me ha demostrado... se jactan de los "dones increíbles" que cada uno de ustedes posee. Eso no es malo en realidad, pero, podría apostar a que la mayoría de los Seres que se encuentran aquí no son más que unos habladores a los que les gusta utilizar la fuerza. Demuestrenme lo contrario, por favor. Yo, en cambio, les demostraré que la humanidad es símbolo de destreza, habilidad e ingenio. Les demostré lo que una simple humana puede lograr. Porque el humano ha nacido para crear y también para destruir.
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Un abismo infinito
Science Fiction¿Quién soy? ¿Quién fui? ¿Qué hace de mi tan especial para conocer aquellas cosas que alguna vez temí. No soy el inicio, de eso estoy segura, pero tampoco soy el final. No soy un ser especial; pero mi alma sí. Mi alma: un alma maldecida y encadenada...