Capítulo cuatro

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Toda la familia se fue a descansar esa noche pero tanto a Lyn, como sus hijos apenas pudieron pegar ojo.

Ella misma había preparado la cena y a continuación se la había dado a su esposo a la boca, ya que como Joong le había dicho, ya que seguramente era alguien con acceso a la comida quién lo había estado envenenando.

No podía permitir que Tony muriera y no solo porque lo amaba sino porque ella sola no aguantaría mucho tiempo en el peso de la jefatura, sin delegar en algunos de sus descendientes.

Era mucha carga y más en esos días de saberse que el jefe estaba tan débil y en verdad sus tres hijos eran una ayuda más bien pésima, debido a que no podían dejar a parte su rivalidad.

Aunque era fuerte, no podía evitar estar asustada de no ser lo que su esposo y los demás jefes de los otros clanes esperaban, sin embargo en esa mansión había otro alfa todavía más temeroso.

Jeff no podía evitar pensar en que si a su esposo y demás miembros de la familia Krittin se les daba por registrar sus cosas, acabarían descubriendo el frasco de brebaje que le había administrando a su esposo todas las noches para dormirlo.

Desde que estaba vigilado no había podido mover un dedo sin que el ayudante que lo vigilaba constantemente  y que Alan le había impuesto se enterara de todo, aunque si se había podido deshacer de la poción que había usado con Way la primera vez.

Su padre le había aconsejado que desistiera pues con el dinero que le había estado mandando en secreto hasta el momento habían podido arreglarselas y no podía seguir de ese modo o lo acabarían culpando también por envenenar a Tony.

Por su parte, Kim también estaba asustado pues aunque su esposo no lo había echado de allí y seguían compartiendo cama, no estaba tan seguro de que Kenta y los demás miembros pudieran fiarse de él, tras mentir sobre su esterilidad.

Del mismo modo y a pesar de que su gran amor por el tercero de los herederos le hacía confiar ciegamente, no así se fiaba de los demás hermanos, quién los creía capaces de todo por ser el gran jefe.

Sin embargo y a pesar de que Alan era ambicioso y feroz, tampoco era el culpable pues jamás mataría a su padre, ya que él creía que eso era indigno de un pura sangre y sus raíces muy arraigadas, le impedían atentar contra él.

Pete era igual que su hermano, por lo que tampoco llegaría a tanto pues pronto sería padre y su pobre esposo embarazado aún estaba sumido en su depresión y lo necesitaba casi a cada rato.

Charlie por su parte sospechaba de todos ellos, ya que cualquiera podría haber sido y pensaba que seguro querían matar a su padre para obligar a su madre a elegir a uno de ellos, sin darle la mínima oportunidad a él de cumplir su mayoría de edad y optar al mandato.

Decidido a descubrir al culpable cuanto antes, esa noche caviló como poder hacer para saciar sus sospechas y descartar uno a uno los culpables para así ganar puntos con su padre si lo lograba.

De hecho tampoco podía descartar que alguno de los esposos de sus hermanos fueran los culpables, con ansia de ayudar a estos y seguir asegurándose una acomodada vida.

A parte de eso, el menor de los hermanos también tuvo tiempo para pensar en el omega hijo del médico, ya que quería saber de él, su edad, de dónde eran exactamente, qué le gustaba pues realmente le había impactado su extraña belleza.

Este se sorprendió mucho a sí mismo haciéndose esas preguntas.

...-¿Qué demonios me pasa?, Ni siquiera es un alfa pero..oh joder, es tan malditamente hermoso

De repente se incorporó en la oscuridad de su habitación, entonces alargó el brazo y encendió la lámpara de su mesilla para coger sus gafas

-¿Y si lo desposo?... tendré una buena oportunidad de apoderarme de la jefatura ...no es tan descabellado. Solo tengo que convencer a mis padres de que lo acepten

8. Buscando la felicidad- CharlieBabe - Omegaverse  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora