Después de caminar un par de cuadras, Zacky se quita su abrigo para calmar el calor que amenazaba con agobiar su cuerpo. Aprovecha la pausa para secar el sudor de su frente con el pañuelo que después vuelve a guardar.
Un largo suspiro escapa de sus labios. Apenas ha comenzado el verano y parece que el clima será mucho más agradable que en años anteriores. Esto le agrada al detective. Los dieciocho años que lleva viviendo aquí no han sido suficientes para acostumbrarse a los cielos nublados y a las lluvias constantes. Hasta el aire tibio que sacude su cabello de vez en cuando le parece reconfortante.
Sin ánimos, el hombre de ojos verdes acomoda su gruesa pieza de ropa sobre su antebrazo para poder cargar el maletín con su mano izquierda y continuar guiando al dóberman con la mano derecha. Está por continuar su camino bajo los rayos del sol cuando comienza a sentir una extraña energía sobre él. Alguien lo está observando a lo lejos, de eso está seguro.
Con discreción, decide mirar sobre su hombro.
No encuentra indicio alguno de que alguien le siga. Ni siquiera su nueva mascota parece estar alerta ante algún peligro inminente. Decide continuar, prestando más atención a lo que le rodea.
Le parece obvio que la persona que amenazó a Jonathan Seward quiera ahora asegurarse de que él realizará el trabajo acordado. Sin embargo, su atención en este momento no se encuentra en averiguar quién pudiera ser esa persona, sino en saber por qué alguien quisiera reabrir el caso de su hermano cuando la decisión del jurado fue casi unánime. Después de todo, nadie se beneficiaría de encontrar una verdad distinta.
Aunado a eso, Baker fue el único que estuvo en desacuerdo después de la última sesión en el juzgado. Le parece curioso que hasta las personas más cercanas a Kayne estén convencidas de que el hombre cometió suicidio.
Aunque quiso mantener esas dudas en las profundidades de su mente, el mayor de los hermanos sólo necesitaba la mínima excusa para involucrarse en el caso. Especialmente porque se le prohibió participar desde el inicio por ser familiar del fallecido.
Ahora que la familia de Seward se encuentra indirectamente involucrada, puede fingir estar obligado a investigar.
Pronto, Zacky llega a casa de Lilith. La sensación de ser observado continúa hasta que atraviesa el jardín de la propiedad. A su izquierda se encuentra el coche de Lilith perfectamente estacionado. Las gotas de lluvia secas sobre el parabrisas y el polvo sobre el capó indican que no ha sido movido en días.
Por ello le sorprende no recibir respuesta alguna después de tocar la puerta de la amplia casa.
Las gruesas cortinas que cubren las ventanas evitan que sus ojos puedan observar el interior. Es imposible saber si hay alguien dentro o no, por lo que insiste al chocar sus nudillos con la madera una vez más.
Los minutos transcurren. El sol, aún imponente en el cielo, ha causado que el hombre busque refugio debajo de un árbol de cerezo que se encuentra en el jardín, justo a un lado de los lujosos vehículos que posee la familia.
Zacky ha ignorado la posibilidad de manchar sus pantalones de vestir y se ha sentado junto al tronco para recargarse en él mientras la mascota que alguna vez le perteneció a su hermano recuesta su cabeza sobre sus rodillas.
El hambre del animal ha sido saciada. Sin embargo, las bocas de ambos piden desesperadamente una gota de agua.
Es por ello que se sienten aliviados en cuanto ven un coche color rojo estacionarse justo frente a la casa.
Dos personas bajan del vehículo: Lilith Baker y un hombre alto de cabello cobrizo al que Zacky no logra identificar.
En cuanto la mujer cruza miradas con el detective, su sonrisa se borra. Ella se dirige rápidamente hacia su acompañante, despidiéndose de él a la distancia antes de ingresar al jardín.
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Almost easy | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺
Fanfiction-¿Qué le harás a la persona que asesinó a tu hermano? -Llevarlo ante la justicia -respondió Zacky antes de beber un sorbo de café. -No. Eso es lo que te han pedido hacer -rectificó Haner. Sus rasgos denotaron preocupación al preguntar-: ¿Qué es lo...