Insomnio . ˖。♡₊ ⊹˚

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Aunque despertó hace unos segundos, Zacky se queda recostado en la cómoda cama con los ojos cerrados.

No recuerda cuándo fue la última vez que pudo dormir tan profundamente. Ni mucho menos recuerda alguna noche en la cual no haya sido víctima de una de las múltiples pesadillas que crea su subconsciente.

Se siente bien. Ha descansado como nunca en su vida. La única molestia que siente es un ligero adormecimiento en su brazo izquierdo, el cual cree que fue provocado por su posición al dormir.

Cuando al fin opta por abrir los ojos, es recibido por una gran oscuridad que sólo es perturbada por una delgada línea de luz que se logra infiltrar por el resquicio de las persianas.

Se incorpora. Cocoa ya no está en su usual lugar junto a sus piernas. Asume que la mascota le está esperando en la planta baja para que le abra la puerta y así pueda salir a hacer sus necesidades en el jardín.

Un bostezo surge desde la profundidad de su garganta mientras sale de la habitación. Aunque la construcción es distinta a su casa, todavía no recuerda que se encuentra en el hogar de alguien más.

Es hasta que ha terminado de bajar las escaleras que se siente un poco fuera de lugar. No es por los libros que han reemplazado los retratos que tiene en su propia sala de estar; es el ver a Brian jugando con su perrita a través de los ventanales del comedor.

Los sonidos del exterior son inaudibles desde el interior de la casa. Sin embargo, Zacky puede escuchar claramente la risa de Brian cuando Cocoa lo toma desprevenido y se abalanza sobre él. La doberman coloca ambas patas delanteras sobre el pecho del médico mientras ataca amistosamente su rostro con su lengua hasta que Haner logra hacerla a un lado.

Al levantarse, siente la mirada de alguien más sobre él. Es así como sus ojos se encuentran y la sonrisa del doctor se vuelve más amplia.

—Supongo que estás hambriento. ¿Quisieras que caliente el almuerzo? ¿O prefieres que te prepare algo distinto?

Baker busca el reloj que tiene en la pared de la sala. Ha olvidado una vez más que esta no es su casa, lo cual divierte a su acompañante.

—¿Cuánto tiempo he dormido?

—Casi trece horas. Entré a tu habitación por la mañana, pero no quise despertarte. Cocoa me siguió, así que decidí pasar tiempo con ella en el jardín para no hacer tanto ruido.

—Gracias y lo siento. No quería causar más responsabilidades.

—Ya basta con las disculpas. No me molesta cuidar de Cocoa. Ni me molestaría cuidar de ti. —La última frase sólo suena en su mente—. Entonces... ¿Desayuno irlandés?

El detective acepta con un movimiento de cabeza antes de seguirlo hacia la cocina.

—Tu hermano odiaba el desayuno irlandés, ¿cierto? —dice Haner al encender la estufa.

—Definitivamente no era su favorito.

—Sí. Recuerdo que se peleaba con Lilith cada vez que lo preparaba. Incluso me llegó a pedir que le llevara comida a escondidas de ella.

—¿Lo hiciste?

—Por supuesto que no. Le conté a ella porque creí que lo tomaría con humor. Jamás pensé que sería una grieta más en su matrimonio.

—Eso pasa cuando alguien cruza la línea entre una relación profesional y una personal.

Brian sonríe ante el comentario tan directo de Baker.

—Sé que no debí ser más que su médico. Es sólo que vi tanta frustración en él, tanto descontento, que tuve que hacer algo para tratar de alejarlo de esa oscuridad —justifica—. Si hoy en día me siento culpable por lo ocurrido, no puedo imaginar cómo me sentiría si no hubiera intentado ayudarle con cosas más allá de mis responsabilidades.

Almost easy | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora