Impaciencia . ˖。♡₊ ⊹˚

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Usualmente, Brian utiliza su tiempo libre para hablar con sus colegas. El día de hoy es distinto. No importa lo que haga, no puede dejar de pensar en los hermanos Baker.

Si bien es cierto que los últimos días ha estado leyendo una y otra vez el historial clínico de quien fue su paciente, la verdad es que sus pensamientos se desvían fácilmente hacia Zachary.

El médico recuerda vívidamente la primera tarde en que sus miradas se cruzaron. Para entonces, él y Kayne ya habían desarrollado una gran amistad. A Zacky no le agradaba ese hecho en lo absoluto. Sin embargo, se mantuvo callado hasta que una noche los encontró tomando. No sólo desaprobó que su hermano estuviera bastante ebrio, sino que había formado una amistad que, a su parecer, era inapropiada.

La memoria dibuja una retorcida sonrisa en el rostro de Brian.
Incluso dentro de su trabajo, a Haner le gusta jugar con las reacciones que tiene la gente ante ciertos escenarios. Su reacción favorita hasta ahora ha sido la de Zacky al encontrar a su hermano menor borracho jugando cartas con su médico. No entiende por qué la furia del detective le parece tan reconfortante.

—Doctor, ¿se encuentra bien? —Pregunta Iveth, interrumpiendo las imágenes en su mente y borrando la diversión de sus facciones.

—Eh, sí. ¿Qué sucede? ¿El señor Sykes ha vuelto a comer dulces a escondidas?

La joven ríe mientras niega con la cabeza—. No. Logré quitarle un paquete de chocolates y se lo he dado a su hija. No entiendo cómo sigue consiguiéndolos.

—Bueno, mientras siga avanzando bien su recuperación, ya no tendrás que actuar como niñera.

—Soy enfermera. Básicamente es lo mismo que una niñera.

Brian sonríe ante el comentario—. Al menos tu turno ha terminado por hoy.

—¿Se quedará con Michelle?

Aunque Brian disfruta de la atención que DiBenedetto le brinda, no le agrada que la gente piense que ellos tienen una relación más allá de lo laboral. No porque ella le disguste, sino porque él considera que el amor comprende muchas cosas, de las cuales él sólo reconoce a la obsesión.

Si alguien le preguntara al respecto, él respondería que jamás ha amado a alguien; ni siquiera a su familia. En realidad, Brian prendería fuego a su propio cuerpo a cambio de sentir la calidez de todo lo que conforma el sentir amor por una persona.

Lo más cercano que ha experimentado hasta ahora es algo que él mismo describiría como monomanía; una fascinación tan desmedida que cualquier otra cosa pierde su importancia.

—Esta vez no —comenta—. Sólo me quedaré un rato más a arreglar unos documentos antes de irme a casa.

Los ojos castaños de la enfermera se fijan en los estudios que son revelados gracias al negatoscopio sobre la pared a su derecha. Contrario a su amigo Noah, Iveth no conoce mucho sobre radiología. Es esa ignorancia la que despierta su curiosidad. Desea saber por qué su jefe se encuentra analizando la tomografía de Kayne Baker una vez más. Incluso considera hacer mención del detective que le fue a buscar hace unos días. Afortunadamente, logra cerrar la boca antes de hacer algún comentario fuera de lugar.

—Entonces me iré —rectifica ella—. Nos vemos el miércoles, doctor. Disfrute su día libre.

—Gracias, igualmente.

En cuanto se encuentra solo de nuevo, Haner mira su reloj. Ya casi son las siete de la tarde. Considerando el tránsito que hay a esta hora, calcula que llegará a casa en media hora. Apenas es suficiente para llegar a tiempo a la reunión que acordó con Zachary. Por ello, decide perder algunos minutos más y manejar tan lento como los demás conductores se lo permiten.

Almost easy | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora