Capítulo 3

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—Bien hecho, Min. —le costaba demasiado pronunciar esas palabras pero no le quedaba otra, era un adulto maduro. —Cada día te acercas más a la perfección, mejoraría si mantuvieras la boca cerrada.

Yoongi asintió serio hasta que el Omega desapareció en su oficina. Una vez que estuvo fuera de la vista de su jefe sonrió abiertamente ¿Por qué se sentía tan bien que Park lo felicitara? Frotó tu pecho tratando de hacer que la calidez se disipara, era abrumador. "Bien hecho" y su cabeza se trasladó a su adolescencia, hiciera lo que hiciera jamás era suficiente para su padre, dejó su casa esperando un "bien hecho" que jamás llegó. Aunque ya no importaba, era otra cicatriz que no desaparecía.

Siguió con sus labores bajo la atenta mirada de su compañero.

— ¿Por qué no me felicitó a mi? —se cuestionó en voz alta WooYoung. —Debes ser su preferido.

—No es así, me odia —contestó Yoongi. —Hace dos semanas fue el cumpleaños de mis sobrinos.

—Sobrinos de ambos —corrigió el platinado.

—Si, como sea —Min revisaba atentamente que los informes tuvieran los datos correctamente. —Me trata de igual manera que aquí, sigue siendo un tempano de hielo.

— ¿Qué? Digo, ¿No cambio su actitud ni siquiera cuando estaba rodeado de su familia? —el mayor negó. —Pero él...

—A veces dudo que sea el mejor amigo de mi hermano ¿Sabes? No es como Taehyung me contó.

—Conozco a Jimin desde hace años, fui el aprendiz de Tae. Ellos siempre fueron súper apegados.

—A veces siento que es mi culpa.

—Yo creo que está cansado, no para ni un minuto.

Ambos dejaron el tema hasta ahí, Yoongi siguió esforzándose para hacer todo al pie de la letra. Reviso cada informe de las diferentes áreas con suma atención. Las ordenó por sector y gerentes, programó citas y reuniones además de llamar a los diferentes proveedores y ordenar algunos legajos.

Jimin estaba encerrado en su oficina, no paraba de moverse. No sabía la razón de que estuviera tan inquieto, tenía sentimientos encontrados además de las ganas de llorar. No iba a ir a casa a encerrarse en su habitación y llorar, la última vez que hizo algo así fue de adolescente y se le hacía vergonzoso. Respiró hondo, algo debía hacer.

Se acercó a su escritorio y apretó el botón del comunicador. Un ¿Si? neutro fue lo que obtuvo. Diga joven Park. Siguió respirando mientras se calmaba, bien, eso fue extraño. ¿Joven Park? Bien ¿Qué se supone que diría? ¿Podría llamar a Jin? No, seguramente esté trabajando o con Yuna ¿A Tae? Los mellizos son huracanes ¿A Jungkook? No, debe estar dando clases ¿A quién más podría llamar? Su cabeza recordó a un sin fin de personas con las que alguna vez entabló una conversación pero con ninguna tenía la suficiente confianza hasta que...

—Busca en mi agenda y llama a Jung Hoseok —demandó. —Dile que me busque en mi celular privado, el que uso para mi vida personal. Necesito hablar con él urgentemente.

La voz al otro lado dio una respuesta afirmativa captando la orden y la oficina se sumió en silencio.

Jimin se mordió las uñas inquieto, se replanteo si haber llamado a Hoseok estaba bien pero ya no había marcha atrás. Jung era su ex, pero antes de tener una "relación" fueron muy amigos y terminaron como tal. El problema entre ellos fue que no estaban en sintonía, no querían las mismas cosas y buscaban un futuro completamente diferente. Hoseok quería una vida familiar, hijos y estabilidad cuando Jimin estaba bien con compañía, sexo y trabajo. Entonces SeongHwa entró en escena como siempre recordándole lo simple que era la vida sin una pareja estable, y pensando en él no lo veía desde hace semanas.

Mi jefe omega - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora