Capitulo 8: Te Deseo

339 50 1
                                    

Dos días después.

Se encontraba encerrado en la habitación que compartía con Zee, porque era lo único que podía hacer por el momento. No iba a permitir que todo esos especialistas lo vieran cuando todo lo que ese doctor le dijo a Zee era mentira. No pensaba participar en esa locura. Estaba desesperado, nunca en su vida se sintió de esa manera, atrapado y sin salida en una gran mentira que lo estaba asfixiando, la puerta se abrió y Nunew giro su cabeza de la ventana para ver a Jeff que entraba con una sonrisa burlona.

—Tú y yo no somos amigos y no hay motivo por el que estés aquí —Manifestó con acidez mirando al hombre que se acercaba a él.

—Sabías que en esta misma habitación, Zee me hizo suyo por primera vez, claro que no en la misma cama, Pero si sobre la ventana por dónde hace segundos mirabas al jardín.

Lo último que le faltaba era las confesiones de Jeff de lo que Zee y el hicieron hace un año. Tenía cosas mejores de la que ocuparse como para prestar atención a las palabras venenosas de ese hombre.

—Pero ahora el que comparte su cama soy yo y eso es algo que tú nunca vas a poder cambiar. —expreso con una sonrisa sardónica

Jeff se enojó por su comentario presionando el cuerpo de Nunew contra la ventana con fuerza, agarrándolo por el cuello de su camisa.

—Este matrimonio está destinado al fracaso y tú la sabes mejor que nadie. —Declaró con ironía restregándoselo en la cara — Zee piensa que te ama, pero lo único que siente por ti es lastima, eres un inútil que no sabe ni siquiera complacerlo en la cama.

—Tengo cosas mejores en las que pensar que tener que escucharte hablar —contesto con irritación — sal ahora mismo de aquí y no me refiero a la habitación, si no de esta mansión y de la vida de Zee.

Jeff lo soltó y se alejó con una sonrisa sarcástica.

—El único que tiene derecho de decirme que me vaya es Zee y está noche piensa llevarme a cenar, voy a volver a conquistarlo y el único que va a salir de su vida vas hacer tu.

—Solo atrévete y vas a ver de lo que soy capaz de hacer —verbalizo con la mirada centellante. — Zee no te ama y jamás lo va hacer, así que acostúmbrate a ser el plato de segunda mesa.

El hombre salió de la habitación, no sin antes fulminar con la mirada a Nunew. Ahora tenía que encargarse de dos grandes problemas y todos giraban en Zee. ¿Acaso en su vida pasada había matado a alguien para que esto le estuviera sucediendo a él? necesitaba salir de allí, tomar aire fresco, alejado de esa mansión y de Zee por unas cuantas horas. En el momento que iba saliendo de la mansión Janis apareció con su maleta con el semblante triste.

— ¿Qué pasa? ¿Porque estás así? — pregunto preocupado yendo hacia ella, que comenzó a llorar de sentimiento.

—Zee me pidió que me fuera, me dijo que si no tenía a donde ir, el me encontraría un lugar —explico limpiándose las lágrimas —no me quiero ir, no quiero seguir viviendo sola como lo he venido haciendo todo este tiempo. Sé que no puedo quedarme porque ninguno de los dos tenemos derecho a estar aquí, es solo que me había acostumbrado a convivir con más personas.

Nunew la abrazo para confortarla, el también necesitaba a alguien que le dijera que todo iba a estar bien y que todo se solucionaría. Pero no creía que esa persona apareciera.

—Te acompaño — dijo agarrando su maleta, solo que en ese momento apareció Zee e impidió que eso pasará.

Tenemos que hablar Kuea. Por favor acompañe al estudio —pidió con voz neutra mirando a los dos que seguían abrazados.

El Otro HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora