17. LA NOVIA DE PAPÁ.(Cap de relleno)

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El desayuno había ido tranquilo, Matilda era como un remolino que cubría todo a su pasó, le encantaba ser el centro de atención de su padre y ahora de Emily, le hacía preguntas sobre su vida y daba comentarios positivos hacía su físico; Por otro lado Emily, era un poco más reservada, disfrutaba más de escuchar y hablaba solo si era necesario, sonreía con cada palabra o acto de su hermana pequeña, recordándole cada tanto tiempo que terminara su desayuno.

El pequeño Noah simplemente dormía con un chupón en la boca, se veía tan angelical que Emily quería abrazarlo y apretar sus mejillas regordetas.

–¿Entonces eres la novia de papá?

–¡Matilda! — exclamó su hermana sorprendida — Esas cosas no se preguntan.

–¿Porqué no?

–Es de mala educación.

–Pero mamá es novia de Marcus, papá también puede tener una novia, y Emily es bonita, se ve como una princesa. — la francesa le sonrió con ternura.

–¿Y yo me veo como un príncipe? — preguntó Sebastian.

–Si papi, son la bella y la bestia.

Las niñas comenzaron a reír, Emily tuvo que disimular una carcajada con una muy actuada tos.

–No es gracioso, niñas.

–De hecho, su papá es el hombre más atractivo y con más chicas queriendo salir con él en todo el mundo.

–¿Y tú también?

–No, yo no, yo ya tengo un novio.

–¿Cómo se llama?¿Es guapo?

–Se llama Joe, es... un principe azul, muy guapo y gentil, es divertido y tiene unos ojos hermosos, su sonrisa es perfecta y cuenta unos chistes demasiado graciosos. — Una sonrisa genuina apareció en su rostro recordando al hombre.

–¿Y dónde está?

–En otro lugar, me está esperando para casarse conmigo.

–¿Puedo ir a la boda?

–Si tus padres están de acuerdo, no veo por que no.

–Seguro será la boda más romántica. — ambas chicas soltaron un suspiro de ilusión.

El alemán se dedicaba a rodar los ojos y fingir que no ponía atención a su conversación, hacía algunas muecas de burla y asco que no pasaban desapercibidas por su hija mayor, quién lo miraba con una ceja arqueada.

–Suficiente de bodas y novios, vamos al zoológico. — interrumpió el mayor.

–¡Siiii, quiero ver a las cebras!

–Primero termina de comer, Mati.

Un plato de comida después, se encontraban en el auto de camino al zoo, la más pequeña se había quedado dormida, Sebastian colocó el disco con las canciones favoritas de su hija mayor y le subió el volumen para poder hablar con la castaña sin ser interrumpido.

–¿Un principe azul?

–¿Eh? — hizo una mueca de confusión.

–Joseph, dijiste que es un principe azul.

–Oh, bueno...lo es, es el mejor hombre que yo haya conocido, me siento afortunada de ser amada por él.

–¿Y yo...?

–Y tú eres un gran amigo, Seb, eres... — miró por el retrovisor que Emily los miraba con curiosidad — Hablaremos de eso en la noche.

Sebastian entendió el mensaje y solo asintió.

The Last Day || Sebastian Vettel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora