Money

#11

(Reproduzcan "streets" de doja cat o
"Do i wanna know?" )

—No te duermas. —Dijo él de rastas mientras conducía.

—Tengo sueño. —Dije sin abrir los ojos.

—No me importa, no quiero que babees por mi auto. —Abrí los ojos y lo miré disgustada.

—¿Qué dices? Yo no babeo. —Dije cruzándome de brazos.

—Claro, claro. —Dijo él.

—De todas formas, ¿Qué hacías en el evento? —Dije mirándolo.

—Vine a acompañar a mi hermano.

—Que coincidencia. —Dije mientras lo miraba, claro que no era coincidencia, él sabía que yo vendría en ese evento.

—Si, pura coincidencia. —Dijo riendo un poco, entrecerré los ojos mientras lo miraba, tratando de descifrar lo que su sonrisa quería decir.

—Hm...

Él de repente frenó el auto y volteó a mirarme, sin darme tiempo de poder sacar mi mirada, así haciendo contacto visual.

—¿Por qué me miras así? —Dijo él riendo un poco, mis ojos se dirigiendo a sus ojos, esos ojos.

—¿Así cómo? —Dije dándole una mirada seductora, quería ponerlo nervioso, por que por alguna razón las ganas de besarlos estaban aumentando dentro de mí.

—Deja de mirarme así, no intentes hacer algo de lo que después te vas a arrepentir. —Dijo mientras sus manos se encontraban en el volante, lo apretó fuertemente sin acelerar.

—¿Qué crees que intento hacer? —Dije manteniendo mi mirada en él.

—Sarah, lo único que vas a lograr es que te quiera follar tan rápido que vas a llorar pidiendo más, y no me voy a aprovechar de que estás borracha.

—Los dos queremos esto, y lo sabes. —Dije mirándolo, ¿Qué carajos me estaba pasando? Por alguna razón quería todo de él ahora mismo.

—Sarah detente, me estás provocando a querer hacerte de todo. —Dijo él.

—Vamos, solo quiero ser una de tus chicas esta noche.

—Sarah, para. —Dijo él moviéndose un poco, vi un bulto en su pantalón, sonreí y quise seguir.

—¿Y si no quiero? —Dije mientras volvía mi mirada a él.

—Te bajas aquí mismo. —Dijo mientras frenaba de golpe, me atajé del asiento y pude mantenerme en mi lugar.

—Bien, adiós. —Dije rompiendo el contacto visual con él, abrí la puerta y me bajé y cerré la puerta de un portazo, sabía que no me dejaría aquí, pero quería seguirle el juego.

Comencé a caminar en dirección contraria a donde íbamos, escuché como una puerta se abría y se cerraba fuertemente, en cuanto volteé una  mano agarró mi brazo fuertemente, así obligándome a mirar a este idiota de rastas.

—¿Por qué haces esto? —Dijo mirándome, mientras que su mano cada vez se aferraba más a la mía.

—¿Hacer qué? —Dije mirándolo, haciendo la mirada de triangular.

—Eso, deja de hacer esas estúpidas cosas. —Dijo refiriéndose a como intentaba ponerlo nervioso, sonreí y puse los ojos en blanco y volví a mirarlo.

—¿Por qué? ¿Te pongo nervioso? —Al instante el fingió una risa sarcástica.

—¡No!, No.

—Entonces...¿Por qué te molesta que haga "esas cosas"? —Dije mirándolo a los labios.