Money

#14

Miré angustiada a Tom, quién dormía plácidamente al lado mío. Acababa de acostarme con Tom...

Vi como sus ojos se abrían lentamente, así elevando su mirada a mí.

—Te vez preciosa hasta recién levantada. —Dijo él sonriéndome, mis mejillas se tornaron de un color suave y rápidamente lo empujé.

—¡Cállate! —Dije, estiré la sabana hacia mí para cubrirme, ya que estaba desnuda.

—¿Qué pasa princesa? —Dijo él mirándome.

—Cómo que qué pasa, ¿Cómo carajos vas a salir de aquí? —Dije.

Si nos descubrían todas las redes explotarian, y eso me daba pánico.

—Tranquilízate Sarah, hay que hallar alguna forma de salir. —Dijo él, también levantándose de la cama, acercándose a mí.

—¿Cómo? —Pregunté.

—Shh, ¿Ni unos besos de buenos días?
—Dijo él mientras me agarraba con sus dos manos de la cara, acercándome a sus labios, rápidamente lo aparté y reí sarcásticamente.

—Sigue soñando. —Dije.

—Ayer gemías mi nombre y ahora me rechazas. —Dijo él, cruzándose de brazos.

—Cállate, idiota. —Dije, miré hacía abajo y vi que él estaba en pantalones, por suerte.

—Mejor ve a ponerte algo de ropa, estás haciendo que el titán se despierte.
—Al decir eso, eché una carcajada y me levanté de la cama, tapandome con la sabana.

—Claro, espérame. —Dije dirigiéndome al baño, por suerte ahí habían outfits.

Abrí la ducha y el agua comenzó a caer por mi cuerpo, así limpiándome. Unos minutos después ya salí con una blusa holgada y unos shorts deportivos.

Caminé hacía la habitación y vi a Tom poniéndose su remera, y algo se me vino a la mente...¿Usamos protección? Carajo, si no usamos, me mataría.

—Tom... —Lo llamé un poco avergonzada, el subió su mirada a mí y me sonrió.

—¿Qué pasa? —Dijo él, terminando de ponerse su prenda.

—Usamos...¿Protección? —Dije mirándolo, estas cosas me daban tanta pena, una sonrisa mostrando sus dientes apareció en su cara.

—Si, princesa. —Ese puto apodo que me puso, por alguna razón me daba un sentimiento raro cuando me lo decía.

—Amén, Dios. —Dije.

—¿Acaso no querrías un bebé de este guapo chico? —Dijo él sonriéndome, mientras se acercaba a mí.

—Um...no, saldría horrendo y le harían bullying por años. —Bromeé.

Sentí como una de sus manos agarraba mi cintura y me acercaba a él, otra de sus manos viajo hasta la parte de atrás de mi cuello, acariciando este.

—¿Eso crees? —Dijo él, mientras que su mirada penetraba mis ojos.

—Si. —Bromeé, de un tirón él me acercó a sus labios, así besándome.

Su lengua recorría toda mi boca, y podía sentir como su mano bajaba a mí trasero, sin tocar este. Subí mi mano a su nuca y comencé a acariciar levemente este mientras le respondía el beso.
De un momento a otro sentí un dolor en el labio de abajo, abrí los ojos y este imbécil me había mordido, lo empujé y lo miré.

—¡Auch! Que mierda... —Dije, tocando mi labio, al ver sangre en mi dedo lo miré enojada.

—¿Que? Tienen que saber que alguien más besa esos lindos labios tuyos.
—Dijo,  mientras que su pulgar pasaba por mi labio.