Funeral

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Coriolanus ya había hecho justicia por su mujer, aunque sabía que lo mejor era no decírselo a Lucy gray, por su paz.

Se quedó dormido pensando en como quería volver a vengarse de las personas que habían lastimado a Lucy gray.

Al día siguiente, se levantaron temprano, se arreglaron y asistieron al funeral.
El evento fue muy pequeño, era muy exclusivo, pero las cámaras no tardaron en aparecer.

Lucy gray tomó de la mano a Coriolanus en cuanto bajaron del auto y los dos entraron al mausoleo del capitolio

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Lucy gray tomó de la mano a Coriolanus en cuanto bajaron del auto y los dos entraron al mausoleo del capitolio.

Se escucharon muchas cosas sobre la muerte del decano Highbottom, como que se había suicidado, o que había sido cosa del gobierno o la doctora Gaul, y otra era que lo habían asesinado.
Pero solamente Coriolanus sabía la realidad y los detalles.

Todo fue limpio y rápido, pero el decano oyó su última frase bien fuerte.

-Los Snow siempre caen de pie. - le había dicho Coriolanus en cuanto el decano expiró su último aliento de vida.

Todo iba bien hasta que le pidieron a Coriolanus pasar a dar unas palabras, por ser su alumno estrella el año pasado.
Coriolanus se levantó, soltando la mano  de Lucy gray que lo miraba incomoda por él.
El decano los odiaba y se vería obligado a enzalzar sus "virtudes"

La muchacha cruzó las piernas y lo miró subir al palco con mucha solemnidad.

-Buenos días, me gustaría honrar a nuestro decano por sus servicios brindados tantos años a la institución en la que me formaron.
Le agradezco mucho sus...esfuerzos por ayudarme, y... por apartarme el pedazo más grande de tarta. - dijo Coriolanus haciendo reír a los invitados.
-Fue un gran mentor en nuestra mentoria, y en especial... Le agradezco por haberme asignado a la mujer que esta sentada junto a mi. - dijo Coriolanus obligando a Lucy gray a levantarse y saludar.

La muchacha le mandó un beso y se sentó.
-Eso es todo... Gracias decano Highbottom, lo extrañaremos. - dijo Coriolanus bajando del palco con aplausos de agradecimiento y admiración.

Él regresó a su lugar y se sentó junto a Lucy gray, volviendo a entrelazar sus manos.

-Ese hombre no ayudó en nada, y se le están atribuyendo grandes virtudes. - dijo Lucy gray mientras Coriolanus la miraba.
-Era el creador de los juegos del hambre... Eso lo salvó bastantes veces. - dijo Coriolanus.
-Mejor ya vámonos. - dijo Lucy gray cansada.
-Estoy de acuerdo. - dijo Coriolanus riéndose con Lucy gray despacio.

En cuanto salieron del funeral se fueron directo a cambiar y a ponerse comodos.

Lucy Gray se bañó, y mientras esperaba a Coriolanus para tomar el té.
Se recostó en la suave cama, y se quedó tan dormida que Coriolanus no quiso despertarla, se veía tan cansada que sería cruel.

Entonces fue a su estudio a atender unos pendientes, hasta que Tigris apareció con una bandeja en la habitación.
-Suélta eso por un momento Coryo... Deberías descansar! Mañana es el cumpleaños de Festus Creed y nos invitó.
Tomate un tiempo para descansar!
Tienes a Lucy gray aquí, disfruta si compañía! He estado pensando en que podrías regalarle algo... No ha visto a su familia y debe extrañarlos mucho. - dijo Tigris abrazando a su primo.

-Me tiene a mi, no extraña a nadie. - dijo Coriolanus riéndose junto a Tigris.
-Payaso... De verdad, toma tiempo con ella. - dijo Tigris alejándose de su primo para salir de su oficina.

-Tigris aguarda! - dijo Coriolanus levantándose rápidamente de su asiento.
-¿Que pasa? - pregunto la muchacha.
-Necesito tu ayuda. - dijo Coriolanus mirándola con una sonrisa.

Lucy Gray estaba adormilada, cuando abrió los ojos poco a poco.
-Ay no, me quede dormida. - dijo Lucy gray levantándose rápidamente de la cama y sacudiendose su lindo vestido.
Se cepilló su largo cabello y salió a buscar a Coriolanus.

-Coryo? - pregunto Lucy gray asomándose en todas las habitaciones sin encontrarlo.
Le iba a preguntar a la abuelatriz, pero la anciana estaba tomando una siesta.
Entonces pensando en que Coriolanus había salido, fue a la cocina a buscar un vaso con agua.

Estaba entrando cuando lo vio, asomándose al horno de su cocina.

-Huele delicioso, ¿tu estas horneando? - pregunto Lucy gray acercándose a Coriolanus curiosa.
-Eh si... Tigris me dijo como hacerlo, pero yo lo hice  -
-Y que estas horneando? - pregunto Lucy gray tratando de acercarse a mirar el horno.
Pero Coriolanus la jaló de las manos y la hizo girar como sus juegos de pequeños.
Dando vueltas en el carrusel.

Lucy Gray soltó una pequeña carcajada, pero trató de volver a acercarse al horno, pero ahora él la levantó y la sacó de la cocina..
-Aún no señorita Baird. - dijo Coriolanus bromeando con ella.
-QUIERO VER! - dijo Lucy gray sonriéndole tiernamente.
Coriolanus la soltó delicadamente en el sofá, pero ella se levantó de nuevo rápidamente, logrando que Coriolanus volviera a jalarla.
-Ya basta! - grito Coriolanus riéndose.
-Dame una pista de que es. - dijo Lucy gray mirándolo mientras él se sentaba sin soltarla de las manos.
-No arruinaré nada. - dijo Coriolanus mirándola.
Lucy Gray lo miró enternecida, cuando vio una mancha de azúcar en su mejilla y comenzó a reírse.

-Espera, tienes azúcar. - dijo Lucy gray tocando su mejilla sin evitar acariciar su hermoso rostro.
Ambos se miraron a los ojos fijamente, encerrados en una burbuja donde solo ellos existian.
Lucy Gray se acercó a él lentamente, mientras se miraban los labios.
Lucy Gray cerró los ojos estando a centímetros de los labios de Coriolanus, pero la alarma del horno los espanto.

-Tu.... Tu postre. - dijo Lucy gray nerviosa.
Coriolanus se río y se levantó del sofá.
-Ahora si puedes venir a mirar. - dijo Coriolanus invitándola.
-Genial. - dijo ella nerviosa.

Coriolanus se puso un guante y sacó algo del horno.
Lucy Gray se tapó los ojos, para aumentar su sorpresa, pero al oler, ya sabía perfectamente que era.
-Abre los ojos. - dijo Coriolanus mirándola con una sonrisa.

-Tu favorito... Pudin de pan. - dijo Coriolanus con una sonrisa.
Estaba perfecto.

A Lucy gray se le llenaron los ojos de lágrimas, y abrazó a Coriolanus.
-Igual al de mamá. - dijo Lucy gray aguantando las ganas de llorar.

Se sentía igual que el día en que Coriolanus le había llevado pudin de pan en sus reuniones antes de los juegos.
-Eso espero, pero pruébalo.-dijo Coriolanus tomando un plato y dándole una rebanada.

Lucy Gray quería besarlo, pero al ver que de verdad él se había esforzado, no quiso adelantarse.
Pellizcó un pedazo, y se lo metió a la boca.

-Gracias... Si sabe como al de mamá. - dijo Lucy gray mirandolo.
-Adelante. - dijo Coriolanus ofreciéndole más.

Coriolanus le estaba dando cubiertos, cuando Lucy gray lo tomó de la mano.

-Tal vez no te haz dado cuenta... Pero te compartí una vez un deseo, mientras una reja del zoológico nos separaba... Y ahora... Se está haciendo real. - dijo Lucy gray con los ojos anegados de lágrimas.

-Me contaste mucho... ¿A que te refieres en especifico? - pregunto Coriolanus mirándola confundido.
-En que "hubiera sido lindo conocernos en otras circunstancias... - dijo Lucy gray.

Coriolanus sonrió y la tomó del rostro.

-¿En uno de tus shows? - pregunto Coriolanus.
-Si,hubiéramos bailado un baile o dos... Y me hubieras invitado una bebida. - dijo Lucy gray sonriéndole.
-No fue precisamente igual... Pero tuve el placer de oírte cantar en tu lugar favorito... Y como lo prometí, volví por más. - dijo Coriolanus.
-Con todo el tiempo del mundo. - dijo Lucy gray.

-Podría regresar por más cada noche... Ya me haces regresar a ti cada noche. - dijo Coriolanus.
Te dije que estábamos escritos en las estrellas. - dijo Lucy gray terminando con el espacio que los separaba.












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Prisión de por vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora