Prisión de por vida

No Más Línea

Era él.
Era él!!!!!! Coriolanus Snow estaba frente a ella después de meses!
Sabía que debía estar molesta con él por no pagar su rescate, pero lo único que sentía era alivio.
Su protector estaba otra vez junto a ella.
-Hola Coriolanus. - dijo Hilarius interrumpiendo.

-¿Tu estabas con ella? Tu la tenias? - pregunto Coriolanus despegando su mirada por un momento de Lucy gray.
-Ella llegó ayer, justo íbamos a ir a contarlo. - dijo Hilarius.
-OH por Dios, Lucy gray! - grito Tigris qué de pronto salió de la nada justo detrás de Coriolanus.

Lucy Gray se acercó a ella y la abrazó.
Ay que bien se sentía verla después de meses.
-Acaba de ser liberada. - dijo Hilarius.
-Tranquilo, me dejaron ir porque no pagaste por mi, y andan buscando más bien cual es la cosa que más amas para con eso destruirte... Y como no soy yo ahora soy libre. - dijo Lucy gray molesta, pero sin mirarlo a los ojos.

Coriolanus la miró entre confundido, molesto y triste.
-¿Cómo que no pagó por ti? - pregunto Tigris robándole la palabra a Coriolanus.
-Los hombres que me tenían y Hilarius dicen que no pagaron el dinero que se pidió por mi. - dijo Lucy gray resentida.
Tigris la miró atónita igual que Coriolanus, y Hilarius se asustó.

-No nos pidieron nada de dinero Lucy gray. - dijo Tigris rápidamente.
-Ellos dicen que si. - dijo Lucy gray sin querer mirar a Coriolanus de nuevo.

Coriolanus sonrió de lado y miró a Hilarius bajar su mirada al suelo con nerviosismo.
-¿Le mentiste para tenerla? - pregunto Coriolanus riéndose irónico.
Lucy Gray miró a Hilarius rápidamente, mientras él se asustaba.

-Eres un bastardo... No la mereces. - dijo Hilarius armandose de valor.
Coriolanus lo miró fijamente, y en un momento a otro se acercó a él y lo tomó del cuello de la camisa impidiendole respirar.

-CORYO! - grito Tigris tomándolo del brazo.
Lucy Gray se paralizó de sorpresa y solo los miró.
-Haz algo por favor! - dijo Tigris asustada mirando como a Hilarius se le escapaba la vida.

Lucy Gray reaccionó al fin y tomó a Coriolanus del brazo.
-Ya basta, dejalo. - dijo Lucy gray temblando de miedo.
Coriolanus miraba a Hilarius con furia, pero en cuanto Lucy gray lo tocó del brazo, fue como miel endulzando la hiel.

Coriolanus la miró y soltó a Hilarius al fin, dejándolo respirar rápidamente, tratando de calmar su respiración alterada.
-No te vuelvas a meter conmigo Heavesnbee, o terminaré lo que empecé.
Y ella ya no estará para perdonarte la vida. - dijo Coriolanus mirándolo fría y hostilmente.

Lucy Gray se acercó a Hilarius y revisó qué estuviera bien.
-Gracias. - dijo Hilarius apenado con ella.
Pero Lucy gray lo abofeteó en cuanto estuvo mejor.
-Nunca volveré a confiar en ti. - dijo Lucy gray levantándose de su lado.
-Lucy gray... - dijo Hilarius.

Pero la muchacha lo ignoró.

Coriolanus miraba la escena con una sonrisa y cuando Hilarius se dio cuenta, Coriolanus ensanchó aún más su sonrisa.

Lucy Gray se acercó a Coriolanus lentamente y con la mirada baja.
-Creo que debemos hablar. - dijo ella.
-Si. - dijo Coriolanus rápidamente.
Ella se acercó un poco más a él y a Tigris y entonces él lo notó.

Ella se veía tan débil.

Hilarius tenía razón cuando dijo que tan solo llevaba horas con él, porque aún le costaba caminar sin un soporte, y Hilarius la ayudaba tomándola de la cintura.

Ella iba a caminar junto a ellos cuando perdió el equilibrio al dar un paso rápidamente y se estiró para apoyarse de la manga del abrigo de Coriolanus a su lado.

Coriolanus se sorprendió al verla desfallecer así de nuevo como en los juegos del hambre.

Había perdido tanto peso, y su hermoso rostro tenía manchas moradas, rojas, heridas y costras.
Todavía con paso inestable, empezó a enderezarse de nuevo casi soltando la manga de Coriolanus, pero de nuevo volvió a fallar su andar.

¿Que le habían hecho, y quien?

Habían cosas que Coriolanus jamás había olvidado, y el sonido de la voz de ella era una de ellas.
Entonces notó que su garganta, su piel, su pelo..., todo parecía reseco.
Tenia una fea magulladura en el brazo  ¿Quién la habría golpeado?
Si había sido Hilarius era hombre muerto.
Y si no era él, quien hubiese sido se las vería con él.

La chica trató de volver a enderezarse por si sola, y dio un paso más hacia él, pero ahora cayó de rodillas rendida por la desidratacion y de tantas emociones contenidas.
Coriolanus salió de su estado de shock y la levantó en sus brazos impulsivamente.

-Lucy gray, hablame, estas bien? Hablame, quiero saber que no te haz desmayado, hablame. - dijo Coriolanus asustado mientras Tigris y él corrían al auto con ella.

Lucy Gray miraba el cielo y los ojos azules de Coriolanus medio borrosos.
-Habló? Que quieres que te diga? - pregunto Lucy gray medio ida.

Coriolanus la miró con alivió.
-No pares sigue hablándome. - dijo Coriolanus subiéndola al auto.
-Entonces no me amabas? - pregunto Lucy gray.

Coriolanus la miró fijamente a los ojos por un segundo hasta que Tigris le dijo algo que ella ya no alcanzó a oír, porque en un momento ya estaba desmayada.

-Ya se desmayó. - dijo Coriolanus mirando a la muchacha asustado.
-Lucy gray, Lucy gray! Hablame, hablame. - dijo Coriolanus.
-Esta inconsciente no te oye. - dijo Tigris mirando como le temblaban los brazos a su primo.

Llevaron a Lucy gray rápidamente al hospital y después de unas horas despertó.
Abrió los ojos y Tigris Coriolanus la abuelatriz, Clemencia Lisistrata y Sejanus estaban rodeandola.
Ella se sobresaltó un poco pero la morfina hizo efecto rápidamente.

-Ay niña, nos asustaste. - dijo la abuelatriz tomándola de su mano llena de agujas y un aparatito en el dedo.
-¿Te sientes mejor? - pregunto Tigris.
-Si, gracias. - dijo Lucy gray más animada.

-¿En donde estabas, quien te hizo esto?- pregunto Coriolanus rompiendo el hielo entre ellos.
Lucy Gray lo miró y se incómodo ante su mirada fija sobre ella.

-No lo se... Se lo mismo que tu, pero aún así no me rescataste esta vez. - dijo Lucy gray.
Coriolanus bajó la cabeza y todos se incomodaron.
Si, ahí estaban otra vez peleando como esa noche antes de que la bandada saliera a tocar, mientras ellos se peleaban y Lucy gray trataba de enmendar su error invitándolo al lago y besando su mejilla.
Pero ahora era al revés.

-Ya basta, ya habrá tiempo para HABLAR las cosas, pero por ahora descansa. - dijo la abuelatriz interviniendo.

Holaa, nuevo capitulo!
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