Harold Scott
Al llegar al a mi edificio, me dirigí hacia mi apartamento, Ya luego iría a Men'scott con mucha más calma.
Calma que en estos momentos no tengo, lleve mi mano derecha a mi entrecejo, Me dolía la cabeza.
Al salir del ascensor, camine en dirección a mi apartamento.
Tome el control que reposaba en un escritorio de la esquina, y cerré las cortinas, Para tener completa privacidad.
Me dejé caer en la silla detrás del escritorio, moviendo constantemente la pierna en un tin nervioso.
Baje la cabeza hacia atrás, Quedando está en el espaldar del asiento, En un intento de estar recostado y no sentado en la silla.
Alguien abrió abruptamente la puerta, está chocando contra la pared.
Alze un poco la cabeza para ver de quien se trataba.
Y era un Socio, hasta hoy.
—¿Qué mierda ganas con joderme la existencia Scott?—Reclamó él.
No respondí y volví a la misma posición, Qué tenía antes de que él interrumpiese.
Él hombre dejó caer sus manos en mi escritorio, Golpeándolo en el proceso, captando mi atención.
—¡Te estoy hablando!
Me levante de mi lugar, rodeando el escritorio encarando al hombre.
Y como las otras veces, no pude controlarme. No era algo que estuviese en mi poder.
Sin preámbulos tomé al tipo que se había atrevido a gritarme en mí apartamento, Por el cuello, Sin cuidado alguno.
El hombre empezó a ponerse rojo, Por la fuerza que ejercía mi agarre.
—Has elegido un buen día para morir, ¿No crees, Down?—Bromee sin gracia en un intento de relajar mis músculos, mientras sacaba una navaja del pantalón.
—¡Señor.. se lo pido!—Rogó el hombre.
—¿Qué me pides específicamente?
—¡Que me.. suelte!—Dijo el hombre, con dificultad puesto que en pocos segundos no recibirá oxígeno.
—1, 2..—Conté para calmarme.
Pero no logré llegar, al siguiente número.
Ya lo había matado, la sangre del hombre manchando mis manos.
Le corté gran parte del cuello, sufriendo una estrangulación, Sin piedad, y no era está la primera vez, Porqué nunca había tenido el autocontrol suficientemente, para parar.
La puerta fue nuevamente abierta, por janet.
—Los análisis de los vacantes, Han llegado hace dos minutos, ¿Los leerá ahora?—Preguntó tranquila, sin preocuparse por el cadáver del hombre en mi vestíbulo.
—Sobre esto; ya mismo pediré que lo limpien.—Añadió.
—Sí, Saldré para leerlo con mucha más calma-Dije mirando al cadáver frente a mí—Vende el apartamento, Me hospedare en el hotel de familia.
—¿Venderlo señor? ¿No cree que exagera?
—Muchos cadáveres rondando por aquí, Al precio que tú creas conveniente.
—Okay señor.
Me fui hacia el cuarto de baño para limpiar la sangre de mis manos.
Suspire al terminar, Sentía una relajación infinita en mis hombros.
Tome una toalla para secar mis manos, Y salí con ella hacia afuera.
Janet se encontraba de rodillas enfrente del hombre manchando sus rodillas, Por la cercanía. Tenía sus manos en el cuello del hombre, ella era una genia en resurrección.
—Está vez me sobrepase, Lo estrangulé completamente. No puedes devolverle la vida—Comenté
—¿Qué le ha echo Señor?.
—Me subestimo.
—Debe aprender a controlarse.
—Tú no serás quien me lo diga, Vete a hacer tu trabajo.
Salí de el apartamento tomando los documentos que janet me ofrecía.
—Ahí esta todo, señor.
Asentí como respuesta, y salí del edificio.
☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆.
Una vez más la vigile, una vez más. Queriendo ser yo quien estuviese a su lado, Y no ese.Pero ese no sería ningún problema.
Baje del auto, Acomodando la gabardina encima de mi traje.
Camine hacia el restaurante, En el proceso despeine mi cabello al pasar una mano por él.
—Buenas tardes señor, ¿Su reserva es en la vip?
—No.
—¿Pero señor..—No deje que terminase la oración y seguí mi camino al interior del lugar.
Si la quería ver tendría que estar en el mismo nivel que ella.
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Condenados A Amar
Mystery / ThrillerCaer en el abismo del Harold Scott fue lo último que Pearl esperó. Ella le pertenece, y él lo sabe. Lo que él no sabe es que ella le enseñará que no conoce lo que es ser feliz realmente. Ella lo condenará a amar, aunque en ésta vida quizás el destin...