Un sabor amargo, inunda mi paladar.
Vuelvo a recobrar la conciencia, pero no me atrevo a abrir los ojos inmediatamente.
Una lágrima, se me escapa, y mi corazón se empieza a agrietar, comienza a decir que las heridas físicas, se han calado hasta él. Me súplica una respuesta, pero.
¿Qué le respondo, cuando estoy más, o igual confundida que él?
El nudo en mi garganta, amenaza en qué no puede resistir más, tanto que empieza a ser doloroso, y mis ojos empiezan a arder en respuesta.
El sonido de una puerta, me anuncia la presencia de alguien.
Abro los ojos en advertencia, mi corazón paralizandose en cuestión de segundos, al encontrar mi mirada con la de Harold.
El culpable de mi decepción, Harold es una sombra profunda, la cual no deja ver nada en él, todo en Harold es misterio.
Y eso me altera, todo resultaba mucho más fácil cuando solo lo veía en revistas sobre farándula, por ello resultó ser un completo orgullo compartir el mismo espacio con él, verlo como una estrella desde la distancia, éso estaba bien para mí.
—Pearl.—Pronuncia viéndome fijamente.
Su voz me hipnotiza por unos segundos, algo propio y usual en Harold Scott.
—Merezco una explicación, Harold.
Camina lentamente hacía mí, acercándose a la cama.
Se sienta impasible en la orilla de ésta.
—Lo sé.—Concuerda sin verme a los ojos—¿Cómo estás?
—¿Cómo crees tú?—Le respondo con otra pregunta, mi voz áspera.
Algo impropio en mí.
Él siempre logra sacar a la luz facetas de mí, que incluso yo desconozco. De alguna manera eso me agrada en él.
Noto como algo en su mirada deslumbra como una centella, el disgusto claro en su mirada.
—Sean, el idiota que se atrevió a tocarte.—Empieza a decir, con acidez—Mal entendió, una orden de mi primo.
Al terminar la oración, deja lucir una mueca hostil.
—¿Una orden?
Asiente sin decir más.
—¿Ya?—pregunto realmente desilusionada, ¿Porqué esperé otra explicación? ¿Qué tan sobrevalorado puede llegar a ser Harold Scott?
El nudo que comienza a formarse en la boca de mi estómago me rasguña intensamente, tan desagradable como una piedra en el zapato.
—Es complicado Pearl.
—¿Qué hago en Rusia?
—Sabes demasiada información, sería un riesgo dejarte ir.
La dolorosa verdad golpeó mi rostro con violencia, y me cuesta mantener mi rostro neutro sin dejar que mis emociones me delaten, y dejen que el dolor se manifieste en mi rostro.
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Condenados A Amar
Mystery / ThrillerCaer en el abismo del Harold Scott fue lo último que Pearl esperó. Ella le pertenece, y él lo sabe. Lo que él no sabe es que ella le enseñará que no conoce lo que es ser feliz realmente. Ella lo condenará a amar, aunque en ésta vida quizás el destin...