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Habían pasado algunos días desde la fiesta de aniversario de la empresa de Henry
Lisa llevaba una semana sin verlo ya que Tom no se iría de nuevo con Julia por un tiempo, se estaba aburriendo de ella
—Aahh – gimió él
Los esposos estaban teniendo intimidad en su habitación
Lisa cerraba los ojos mientras hacia una mueca de dolor, Tom no la estímulo lo suficiente por lo que la estaba lastimando en cada embestida
Por inercia la castaña clavo su uñas en su espalda al sentir malestar
—¡Mierda Lisa! ¿Qué te pasa? – Thomas se alejó de ella y la miraba con el ceño fruncido
—Yo... Lo siento
Ni siquiera sabía porque se disculpaba, no estaba gimiendo, ni mucho menos hizo un movimiento de "ramera" con Thomas le suele llamar cuando ella quiere tomar el control
—Eres idiota – bufó yendo hacia al baño a revisar las heridas
Ni siquiera le dejarían marca, solo era una exageración más de su parte
—Tomy lo siento...
Trató de acercarse para revisarlo
—Sólo aléjate de mi Lisa, rasguñar no es nada sexi, hasta la maldita erección se me bajó – espetó molesto
—Tampoco es como que aguantes mucho – susurro
—¿Qué dijiste? – la miró molestó
No había escuchado pero el hecho que le replicara le fastidiaba
—Que lo siento mucho
—Ya no importa, me tengo que ir a trabajar, haz el desayuno
Lisa no dijo nada, tomó su bata, se dio la media vuelta, rodó los ojos y se fue a la cocina
Se sentía frustrada, aburrida y sobre todo adolorida, de verdad su esposo la habia lastimado
Hizo su rutina normalmente, desayuno con Tom en silenció hasta que lo vio irse a su presentación, era su oportunidad para que pudieran darle su ascenso
—Ay Tom – suspiró al ver que su marido dejo la carpeta que utilizaría en esa junta
Lisa lo tomó y pidió un taxi mientras marcaba a Thomas que iría a dejársela pero no le contestaba
Cuando llegó a la empresa dio un suspiró pesado al saber que los dos hombres de su vida estarían ahí
—Buen día señorita, no puede pasar al menos que tenga una tarjeta de acceso o una cita – dijo el guardia al verla
—Oh, buen día, lo entiendo pero necesito dejar está carpeta...
—Que linda sorpresa señorita – interrumpió Henry detrás de ella
