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La confesión había sido un paso temeroso para Lisa. Más que pensar en su propio sentir, la ansiedad de que alguien más se enterara la hacía entrar en pánico. Pensaba que quizá no era algo tan importante como para que su abogada lo supiera y se reprendió a sí misma por habérselo dicho
—Lisa – Harret la llamó por tercera vez
La castaña alzó su mirada y bajó su mano, incapaz de ocultar su tormento. Su angustia hacia que se mordiera las uñas y empezará a disociar. Pérdida en un mar de pensamientos y emociones encontradas
—¿A dónde te fuiste?
Su pregunta sonó suave, casi como si fuera una pequeña broma para que se relajara y su sonrisa transmitía toda su empatía con el propósito de generarle confianza
Nuevamente, su mirada se desvió hacia el jugueteo de sus dedos. Se había reprendido por confesarse a Euphemia y se debatía si hacerlo de nuevo
—Nada – dijo finalmente, su voz apenas audible
—Entiendo. ¿Cómo te sientes por el juicio de mañana? – no la presionaria
Lisa suspiró, su pecho se oprimió generando un cúmulo de emociones intensas que morían por salir
Lisa se mordió el labio, su mirada se perdió en el vacío antes de contestar en busca de las palabras que describieran perfectamente lo que sentía
—Me da tristeza el solo pensar en lo que pudimos ser y cómo estamos terminando... Al final de cuentas – hizo una pausa —. Mis sentimientos hacia él fueron genuinos, aunque no tan intensos como creí
—¿A qué te refieres?
Lisa se estremeció, su voz tembló de nueva cuenta, expresarse parecía una lucha constante. El reprimirse queriendo anteponerse al sentir
—A Thomas lo quería – empezó —. Sin embargo, apenas comprendí el verdadero sentimiento de amor, uno intenso, uno que me hace sentir fuego en todo mi cuerpo... y – una pequeña sonrisa se asomó en su rostro—. No lo sé – encogió sus hombros —. Ni siquiera tengo palabras para describirlo. Solo es una sensación que me aterriza, pero a la vez, siento que me hace volar
Soltó una risita nerviosa mientras negaba con la cabeza
—Suena estúpido e incoherente, ¿no?
—No – contestó Harret de inmediato —. Es lo que sientes y está bien. A veces lo que sentimos es inexplicable por la felicidad que causa. No debes sentirte mal por eso. Al contrario, considera que tienes el poder de explotar esa intensidad y ver ese sentimiento regado en tu ser o seres amados – le sonrió con calidez
Lisa asintió lentamente, comprendiendo. Sentía un peso en su pecho, como si la carga de su pasado la estuviera aplastando. Se había acostumbrado a que Thomas la sobajara, a que su voz la hiciera sentirse insignificante. Pero ahora que él ya no estaba, ella misma se sentía obligada a continuar con ese patrón de autocrítica, como una rutina enfermiza que la consumía
