Parte 20

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Lisa se sentía desorientada; la bruma en su cabeza la estaba agotando

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Lisa se sentía desorientada; la bruma en su cabeza la estaba agotando. En tan poco tiempo, se había desestabilizado. Había dejado a un lado su negocio por su drama personal; si bien la florería era para mantenerse ocupada, se lo tomaba muy en serio. Revisaba las cuentas y parecía que todo estaba desordenado, al igual que su vida. Suspiró frustrada y se dejó caer sentada, dándose por vencida.

—No sé para que puse un negocio si no lo puedo mantener en pie

—Estas abrumada, no te desesperes – Rachel acarició su brazo

—Te has mantenido, los negocios con los que empezamos ya no existen, algo estás haciendo bien – Peter trató de animarla

—¿Te llevó a casa a descansar?

—No, Tom dijo que pasaría por mi después de que fuera a cenar con Julia para festejar su ascenso

Rachel rodó los ojos. Era increíble ver como el autoestima de su mejor amiga era sobajado cada vez más

—¿Has visto a tu padre? – indagó

No sabía si había hecho bien o mal de decirle todo a Richard, pero la desesperación porque interviniera le carcomia por dentro

—No. ¿Por qué?

—Solo preguntaba, ya sabes que siempre está encima de ti – excusó

—Todo bien por el momento – hubo un silencio —. Yo cierro, pueden irse, seguramente Tom no tarda en venir

—Esta vez te tomo la palabra, no quiero ver al energúmeno que tienes como esposo – bufó

Peter soltó una risita y susurró un "por dos" casi audible

El tiempo pasó, Lisa trató de llamar a su marido para que fuera a buscarla, sin embargo, desviaba sus llamadas

—Si soy estúpida – bufó con una ganas inmensas de llorar —. Si fue con Julia, no soy nada para él en este momento – empezó a acomodar las cosas y apagar las luces

Henry apareció. Desde que hablo con su padre solo se había limitado a comunicarse con ella por mensaje o llamada, habían mantenido su distancia por unos días por motivos laborales

—Es muy tarde para que sigas aquí – la vio de espaldas y con montones de papeles regados en una pequeña mesa

—No me fijé en la hora – mintió tratando de limpiar sus lágrimas con rapidez

—Solecito – la tomó de los hombros y la giró —. ¿Que sucede cariño? – su rostro se afligio al verla sonrojada por su llanto

Saco el pañuelo de su saco y comenzó a limpiar sus lágrimas

—Siento que no lo estoy haciendo bien – su voz se quebró —. No creo llevar a ningún lado este negocio, Tom tiene razón y es una pérdida de tiempo

STAY WITH ME ||HENRY CAVILL||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora