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Como era de esperarse todas las miradas estaban puestas en ellos, Lisa se aferró mas al brazo de Henry como un mecanismo de defensa
—Tranquila, no dejes que te intimiden al contrario goza de la atención
El ojiazul notó su ansiedad, estaba tan acostumbrada a la desatención y el desinterés que la entendía perfectamente, se inclinó un poco a ella para poder susurrarle
—Aquí no eres la Lisa de Tom si no la Lisa de Henry... Mi Lisa
Como si fuera una computadora aquellas palabras cambiaron algo dentro de ella, relajó su agarre, tomó una postura erguida y segura de si misma, Henry sonrió le gustaba verla de esa forma en su estado natural aunque quizá ella creía que era gracias a él pero no era así
Entraron al salón, saludaban entre sonrisas y murmullos curiosos de saber quien era aquella dama que lo acompañaba
—¿Cómo va todo por aquí? – preguntó Henry a Pedro
—Chismes, hipocresía y clientes satisfechos – contestó
Lisa se relajo aún más estando con su amiga halagándose mutuamente
—Todo bien entonces – ambos hombres rieron y posterior saludar a la pareja del otro con un beso en la mejilla
Julia tenía la boca abierta, internamente comprendía que no podía competir con aquella dama desconocida para ella y aunque no sabía quien era y tampoco lo diría abiertamente; era sin duda una mujer con atributos físicos hermosos
—Qué bonitos ojos tiene – dijo Tom haciéndola fruncir el ceño
Benji y Luther iban con sus esposas así que no apoyarían el comentario de su amigo aunque internamente le daban la razón
—Tom, ¿Por qué no vino Lisa? – preguntó la esposa de Benji
—Porque viene conmigo – respondió Julia molesta
A Tom no le importó su intervención, él era mas que feliz anunciando su matrimonio abierto, las mujeres hicieron una mueca de desagrado pero no dirían nada, no cuando sus esposos les advirtieron no entrometerse
La ironía de la situación era como aquel hombre detallaba la figura de la mujer de su jefe, se le hacía sumamente sexi y se imaginaba encima de ella mientras lo miraba a esos ojos preciosos
Pobre tonto, se había fijado en su misma esposa
—¿Por qué no vamos a saludar? – quería verla de cerca
—Vamos – Julia también tenía curiosidad
Se acercaron hacía ellos interrumpiendo la platica que tenían con Pedro y su pareja
—Señor Cavill
Lisa se tensó al escuchar la voz de su esposo, el ensamble de cuerdas comenzó a tocar haciendo que subiera un poco su tono
