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Euphemia y Mike sabían que Thomas iba a presionar a Henry hasta el límite, por lo que decidieron contrarrestar su estrategia. El ojiazul les proporciono una oficina en su empresa, y planeaban explotar la debilidad de Thomas: su falta de apoyo
Tom se veía cada vez más acorralado, sin embargo, se negaba a aceptar su derrota antes de tiempo. Al llegar a la oficina lo primero que hizo es buscar a Benji y Luther, con voz suplicante y llena de ansiedad
—Ustedes pueden ayudarme – rogó—. Declarar que Lisa está loca por destruirme
Benji y Luther intercambiaron una mirada incómoda y decepcionada. La luz de la oficina parecía opacarse con la desesperación de su amigo, aún así, tenían un límite y Tom lo había cruzado
—Tom... – empezó Ben, su voz llena de pesar—. Siempre te hemos apoyado en todo porque no lastimabas a nadie...
—Eso creíamos nosotros – añadió Luther, su tono cargado de escepticismo—. Todos conocemos a Lisa, y lo que nos cuentas no suena a ella
Algo les decía que había distorsionado la historia para presentarse como la víctima, pero su intento era tan transparente que se dieron cuenta que había algo oscuro detrás de sus palabras
—Lo que siento es que estás herido porque ella se fijó en el jefe y... – dijo Ben
—¿Y qué? – preguntó Thomas, altanero, su rostro enrojecido por la ira—. ¿Es mejor que yo? ¿Ustedes creen que él se fijó en ella por algo real? – replicó con ironía
En ese momento, Henry se hizo presente con su voz firme y autoritaria, había escuchado toda la conversación
—Si fuera fácil, me hubiera acostado con las mismas mujeres que te tomaron como su segunda opción – su mirada era oscura y penetrante—. ¿Sabes algo? Ella no quería, te respetaba aún cuando no lo merecías, y la busqué tanto hasta hacerla mía
Henry le entregó una carpeta a Thomas, recibiéndola con una mezcla de sorpresa y rabia
—Deja de perder el tiempo hablando estupideces y trabaja, que para eso te pago – ordenó
La tensión en la habitación era palpable, y el desprecio hacia Thomas se hacía evidente no solo en Henry, sino en todos aquellos con los que había tenido contacto. Esa sería su debilidad
⏰⏰⏰
Julia se sentía desconcertada al ver caras nuevas en la oficina. El secreto que rodeaba su llegada la intrigaba aún más
—Disculpe... – la pelirroja intentó llamar al rubio que salía de la oficina de su jefe—. ¿Me podría dar su nombre?
—Lo que tenga que saber, diríjase a su jefe – Mike contestó cortante sin dejar de caminar
Fue conciso y se sintió un poco intimidada por ello
—Julia
Henry la llamó, su voz grave y llena de seriedad la hicieron dar un pequeño brinco de susto
