Tied • jb [Terminada]

Capítulo trece

Me encontraba aparcando enfrente de la casa de los Bieber y aún me estaba preguntando si hacía lo correcto o no. Pero ya me había comprometido a ello así que no me quedaba otra.

Suspiré apagando el motor. Cogí mi bolso del asiento del copiloto y salí del coche para después cerrarlo.

Recorrí el pequeño caminito que conducía hasta la puerta y llamé al timbre, rezando a quien fuese para que no abriese Justin. Y pareció que por un día escucharon mi plegarias.

-¡Hola preciosa! -Me recibió el mediando de los hermanos con un abrazo- Cuanto tiempo sin verte.

-Sí, ya sabes, la universidad -Reí.

-Sí, me lo ha explicado Justin antes -Sonrió-. Pero pasa, no te quedes ahí -dijo haciéndose a un lado.

Crucé la puerta entrando al gran recibidor. A decir verdad, solo hacía falta ver la entrada de la casa para saber que eran gente de dinero.

-¿Y April?

-Está en su habitación, ¿subimos? -Me preguntó señalando las escaleras.

-Claro -Asentí dirigiéndonos a estas.

-Menos mal que has venido. Justin se ha ido y ya me veía tomando el té con los peluches -Rió.

Al escuchar esas palabras sentí un gran alivio, no había peligro de encontrármelo.

-¿A dónde ha ido tu hermano? -Fingí interés. Realmente no me importaba donde estuviese mientras no fuese aquí.

-Está en casa de Heather.

-Oh, claro.

Nos detuvimos delante de una puerta que claramente daba a la habitación de April. En ella encontrabas su nombre escrito con letras de madera pintadas a rayas rosas y blancas; en la parte baja tenía varias pegatinas enganchadas, probablemente idea suya.

Kevin llamó a la puerta y un "¿Si?" se escuchó al otro lado de ésta.

-April, Abbie ya está aquí -Avisó Kevin mientras abría la puerta.

Cuando lo hizo se apartó para dejarme pasar, como había hecho abajo. Miré por la habitación hasta dar con la pequeña que se encontraba sentada en el suelo de la habitación, rodeada de todo tipo de peluches y muñecas. Era increíble la cantidad que tenía.

-¡Abbie! -exclamó levantándose y corriendo hacia mí.

-Hola cielo -Me agaché a su altura para abrazarla.

-Te he echado de menos -Confesó mientras nos separábamos.

-Aww... Y yo a ti. Creo que incluso has crecido desde la última vez que te vi -dije divertida.

-¿Tú crees? -comentó ilusionada sin pillar mi tono de broma.

Kevin y yo reímos ante su inocencia.

-Bueno, os dejo con vuestras cosas de princesas, peluches y esas chorradas.

-¡No son chorradas!

-Lo que tu digas -Se giró hacia mí-. Si necesitas algo estoy en mi habitación, ¿vale?

-Claro -Sonreí.

Él salió de la habitación cerrando la puerta de nuevo.

-Has llegado justo a tiempo para el gran baile real -Me informó April.

-Vaya, que suerte he tenido -Le guiñé un ojo.

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-Abbie, ¿puedes venir un momento? -Me llamó Kevin desde la cocina.