Ryoko Shizuku
"De origen japonés, la joven buena"
──── Ella debe adaptarse a una nueva vida en consecuencia de su familia rota, tiene un sueño y gran ambición que desea alcanzar.
Ella quiere ser una estrella, una estrella para ser admirada.
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Después de las festividades se da inicio a un nuevo año donde Ryoko Shizuku se sentía una persona completamente nueva luego de experimentar tantas cosas buenas en el año anterior, recapitulando, a la nueva ciudad que se mudó no parecía ser tan mala como había escuchado, conoció a personas buenas, hizo más amistades de lo que creía, había tenido su primer papel en una película que se estrenaba pronto, esta comprometida y finalmente admiró la evolución de una ciudad perdida en la violencia a ser una de paz gracias a su más grande amigo y líder de la pandilla que protege a todos, Hajime Umemiya.
Ahora era la primavera, donde el que florecieran las flores era algo hermoso de ver y también traían un poco de calma antes del inicio de un nuevo año.
Además, Hajime Umemiya se autoproclamo como el jefe único en la escuela Bofurin luego de la 'retirada' de los últimos líderes que veían con malos ojos el cambio de ideales que el muchacho de segundo año implementó. Y como prometió, hizo una gran barbacoa en el techo de la escuela donde sería su nueva guarida, una gran reunión donde todos disfrutarían un buen momento.
Era aún de día, Ryoko convenció a su madre de ir cuando le dijo que iría acompañada de amigas, podía entenderla, a pesar de que las calles estaban tranquilas, aún existía el peligro, eso era imposible de extinguirse.
Era fin de semana por lo que tuvo todo el tiempo del mundo para prepararse apropiadamente. Portaba un vestido suelto de dos colores, blanco y amarillo en hermosos estampados, las mangas eran cortas e iban solo por encima de sus hombros, dejando a descubierto su cuello adornado con una cadena plateada teniendo una pequeña camelia como protagonista, igual eran sus pendientes que se notaban poco por su cabello alzado solo la parte media con algunos mechones rebeldes bajando por su frente.
«Nunca lo había visto tan de cerca, si que es grande.» Fue la primera impresión al tener frente sus ojos la imponente escuela para chicos de la ciudad, Bofurin.
Da pasos firmes adentro, resuena el golpeteo de sus tacones.
«Esta muy silencioso, supongo que todos están arriba.»
──D-Disculpe, ¿Señorita Shizuku?.
Voltea al llamado, era un chico rubio algo bajo que ella, no tenía el uniforme de Bofurin.
──Hola, soy Ryoko Shizuku, supongo que me buscas. ──Sonríe.── Mi amigo dijo que habría una fiesta aquí pero creo que me perdí.
──¡Justamente! Yo la llevo para allá.
──Muchas gracias, eres muy amable.
──¡N-No hay porqué!.
Ryoko camina a la dirección que señala el chico que le sigue el paso a su lado, un poco alejado, como si fuera en señal de respeto.
