Ryoko Shizuku
"De origen japonés, la joven buena"
──── Ella debe adaptarse a una nueva vida en consecuencia de su familia rota, tiene un sueño y gran ambición que desea alcanzar.
Ella quiere ser una estrella, una estrella para ser admirada.
[ oc x W...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ryoko rezaba, concentrada, sentía paz al estar en tal lugar sagrado, rezaba porque toda la gente a su alrededor estuviera a salvo y sobre todo por la protección a Umemiya que siempre se metía en uno que otro problema.
Alguien toca su hombro, abre los ojos y es una monja que le dice que la estaban buscando, así la llevan a una habitación algo pequeña, estaría solitaria de no ser por la otra presencia femenina.
──No pude creerlo cuando mi Katsurō vino a contarme, ¿Te has rendido?.
──Primero que nada, buenas tardes señora. ──Hace una reverencia──. Y en segundo lugar, ya le dije a su hijo las causas de este compromiso irremediablemente roto.
──Ah, te fue infiel ¿Cierto?.
──Sí... Así es.
──Pequeña, déjame decirte algo, el mundo es así, esa es la cruda realidad, los matrimonios fieles no existen y mucho menos los hombres pueden ser fiel a una sola mujer. Deberías entenderlo y adaptarte, ya lo has hecho muchas veces, no veo el motivo real por el que terminar este compromiso.
──Pues con todo respeto señora yo no quiero entenderlo, además tampoco entiendo el hecho de que me venga a ver para hablar de esto, tengo clases en unos minutos.
──Niña insolente, será mejor que recapacites y aceptes el perdón de mi hijo para seguir con nuestras vidas.
──No creo que vaya a pasar, estoy decidida a romper el compromiso, incluso le devolví el anillo y muy pronto todas las joyas que me obsequio para que ni usted y el señor Kiyonobu piensen que soy una aprovechada aunque eso es lo último de mi manchada reputación que se ocuparon de arruinar.
──Deja de decir tonterías.
──No entiendo algo, ¿Por qué exige que perdone a su hijo? Usted me odia, debería estar feliz.
──La chica que trajo a casa... Es una impura vulgar.
──Siempre hay manera de arreglar un matrimonio, pero no será conmigo señora, no quiero ser el maniquí de nadie. Con permiso.
──O-Oye, ¡Niña ingrata, ven aquí!.
Ryoko deja la habitación con un suspiro, ahora camina su aula para seguir estudiando.
«¿Qué tan miserable debes ser como para que tu madre venga a pedirme volver contigo?.»
Después de clases se despide de sus amigas y toma el autobús, su rutina de siempre con la diferencia de que le llega el mensaje de la señorita Takahashi diciéndole acerca del papel en una serie que tenía cierto reconocimiento.
«Cierto, debo contarle a mamá.» La película se iba a estrenar en dos meses, el tiempo lo tenía contado.
Ahora va de camino a la escuela Bofurin que es la guarida de una nueva pandilla que busca defender a su gente, su territorio, subiendo las escaleras tiene llaves individuales para abrir la azotea cada cuanto se le plazca, suspira a gusto y deja sus cosas a un lado para regar tranquilamente su pequeño rosal apenas plantado.
