CAPÍTULO 3.

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           Son las siete y media de la mañana, las clases empezarán a las ocho.

          Me pongo unos vaqueros azul claro ajustados, una camiseta básica rosa claro y unas vans                      negras.

        Se hacen las ocho menos cuarto y Alba aún sigue durmiendo y pienso en despertarla, no                       llegaría a tiempo a la primera clase.

- Alba, son menos cuarto.- la muevo para espabilarla.

- Ya voy...- se levanta con toda la parsimonia que he visto en mi vida, y se viste de la misma forma.

- ¿Cuál es tu primera clase?- pregunto mientras me hecho perfume.

-No sé, mira mi horario.- dice mientras se lava los dientes.

- Te toca literatura.

- Bien empezamos el curso...- bufa.

- ¿No te gusta?- exclamo.

- No, odio esa asignatura.

- Yo estoy pensando en apuntarme al club de los Martes por la tarde, a mi me encanta.- sonrío.

- Eres rara...muy muy rara...- sonríe con una sonrisa falsa.

- Bueno, chao luego nos vemos.- salgo de la habitación.

Corro por todos los pasillos intentando encontrar mi aula.

Corriendo, me tropiezo con...:

- Eh, haber por donde miras...- dice una voz masculina, miro su cara y recapacito.

- ¿Jesús?- me paro y le miro.

- No, yo soy Dani, su gemelo-sigue andando.

- ¿Su gemelo?- me impresiono.

- No quiero hablar de eso, adiós.- se va rápidamente.

       ¿Cómo? Haber, ¿y Jesús? ¿Mi novio tiene un gemelo? ¿Y qué hace su supuesto gemelo en                      Madrid, y Jesús en Murcia? Me quedo parada en ese pasillo al ver a semejante chico. Si, haber,               son gemelos, pero se diferencian en todo, o sea, Jesús no lleva tatuajes, ni dilataciones ni                     mierdas de esas... al revés, odia esas cosas. Me jode que nunca me haya dicho que tiene un                   gemelo, creía que lo sabía               todo sobre él... Miro mi móvil y veo que son las ocho justas y        no había llegado aún a mi clase.

        Corro hasta llegar, por suerte no llego tarde. Me siento en una mesa sola, no conocía a nadie,              solo a Alba y ya se había sentado con ese tal Dani. Supongo que al salir de clases llamaría a                  Jesús y le pediría que me lo explicase todo; ¿Al ser gemelos, no deberían estar juntos?

El Lado Oscuro. Daniel Oviedo. || #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora