CAPÍTULO 30.

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Pasamos la tarde hablando de él tiempo en el que hemos estado separados, riendo... Siendo los mismos que éramos antes.
Echaba de menos todo esto.
Ahora lo tenía todo.
Una novia.
Un hermano.
Sólo me faltaba recuperar a mi madre.
La echaba mucho de menos.
Quería abrazarla.
Pedirle perdón.
Mamá, ¿cuánto daño te he hecho todo este tiempo?
Esa pregunta la repite en mi cabeza todos los malditos días de mi vida.
Quería ver a la mujer que me había dado la vida.
Si, a la mujer que yo en parte, se la quité.

-Quiero ver a mamá. -digo mientras mi hermano y yo paseamos.
-Ella no sabe que estás aquí. -dice Jesús.
-¿No se lo has dicho? -me ruborizo.
-En casa me tiene prohibido hablar de ti o de nuestro padre, está dolida.
-¿Tantos años? -digo cabizbajo.
-Una madre nunca olvida, pero perdona. A ti te ha perdonado, aunque no lo creas. Eres su hijo.
-Pero necesito verla. -le miro mientras mis ojos se nublaban por las lágrimas.
-Vamos.
-¿Cómo?
-¿No quieres verla?
-Más que nada en este mundo.
-Pues ven.

Andamos por las calles de Murcia hasta llegar a esa preciosa casa.
Ese inmenso jardín, esa casa blanca con regaderas subiendo por las paredes. Todo lleno de flores.
Pero a pesar de eso, se veía el triste vacío de aquella casa.

Recordaba cuando mi hermano y yo jugábamos en el jardín al pilla pilla, tan sólo con 6 años y mis padres tomaban café en la mesa que había.
Esas tardes de verano fuera, y esas tardes de inverno dentro de casa viendo películas, o jugando con los juguetes.

Éramos felices todos juntos.
Éramos la familia que por mi puta culpa, destruí.

Lágrimas recorren de nuevo mi rostro al recordarlo todo.

Jesús me ve llorar pero no dice nada, sabe porque lo estoy haciendo.

-Estoy listo. -digo mientras me seco las lágrimas.
-Te va a aceptar de nuevo, Dani, te quiere mucho. -Jesús sonríe y entramos a la casa.

Mi madre se encontraba en la cocina haciendo la cena, y sin levantar la vista de la comida y sin darse la vuelta y dice:

-Hola Jesús. -se le nota la sonrisa en la cara.
-Y Daniel... -digo yo mirándola cuando ella se da la vuelta y me ve.

El Lado Oscuro. Daniel Oviedo. || #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora