Estocolmo (Suguru Getō)

1K 52 4
                                    

🔞Contenido adulto y explícito, lenguaje vulgar.

Tienes frío y el cuerpo te duele, sigues incapacitada en posición fetal. Aprietas fuerte la mordaza en tu boca sin posibilidad de pedir auxilio, pero es que tampoco vendrá nadie a sacarte de este lúgubre lugar...

Tu verdugo había sido tu compañero en la universidad, un tipo de apariencia tímida, pero que sin saberlo, albergaba una mente malvada, y por desgracia, se había fijado en ti, pero tú no le habías prestado la más mínima de las atenciones. Si tan solo hubieras sabido que de un modo u otro terminarías en sus manos...

*

La puerta metálica del sótano chirría al abrirse, tiemblas y el susodicho todavía no ha llegado a tu altura, una risa baja se cuela en tus oídos y las yemas de sus dedos te acarician despacio la parte interior del muslo, sin quererlo, te excitas.

—S... Suguru... —susurras cuando esa mano intrusa serpentea por tu abductor hasta llegar a tu coño.

—¿Ya estás excitada...?, pero si todavía no hemos empezado —el azabache espeta con burla—. He de reconocer que me encanta comprobar tu nivel de sumisión, jamás imaginé que me costaría tan poco.

—Por favor... —jadeas cuando roza tu clítoris con el pulgar y mete dos dedos en tu coño.

—Lo sé, pequeña... sé cuanto lo necesitas, cuanto me necesitas... sin embargo, ya sabes que no eres quien da las órdenes aquí. Eso es algo que me compete exclusivamente a mí —aprietas los dientes intentado retener el orgasmo, sabes que no debes correrte sin su aprobación.

Suguru deja de torturarte dejándote al borde. Rodea tu cuerpo y se pone a tu altura para mirarte, levanta tu mentón y mete los dedos con los que acaba de masturbarte en tu boca.

—¡Chúpalos!. Luego harás lo mismo con mi polla —paseas tu lengua por sus dedos y los saboreas sin dejar de mirarlo intensamente.

Jamás imaginaste verte en esa tesitura, terminar siendo el juguete de aquel tímido chico. Tú siempre te habías rodeado de los mejores tíos, los más guapos y populares,  habías flirteado con un montón, y llegando a la edad adulta, te habías acostado con varios ignorando que Getō seguía todos tus pasos.

*

Flasback

Fue pocas semanas atrás, concretamente cuando salías del gimnasio, que un pañuelo con cloroformo te dejó fuera de juego en plena calle, y cuando despertaste, ya estabas atada de pies y manos en un lugar desconocido. A priori, todo parecía ser una broma de mal gusto, tal vez alguno de tus ex quería asustarte para coaccionarte a regresar con él, sin embargo, cuando pasadas varias horas el ruido de la puerta te sacó del trance, fue cuando te diste cuenta de quien había sido el culpable.

—¿Tú...? —preguntaste frunciendo el ceño y con un ligero temblor en la voz.

—Lo sé... estás decepcionada, ¿verdad, pequeña puta...?. Seguro que esperabas a uno de tus amiguitos, pero no, ya es hora de rendir cuentas.

Esa simple advertencia te hizo darte cuenta de la realidad, aquello no era un juego, sino un secuestro, por lo que intentaste lo imposible por escapar, pero fue inútil.

—Siempre me pareciste raro, pero jamás imaginé que llevarías esto al extremo. ¡Sueltame o gritaré! —una caracajada diabólica emergió de los adentros del azabache.

—Creo que eno eres consciente de tu situación, pero no sufras, pronto te acostumbrarás a esto, y lo mejor, te acostumbrarás a mí —Getō agarró tu mentón con fuerza obligándote a abrir la boca, escupió en ella y te dejó allí tirada como a un perro.

Los días posteriores no fueron mucho mejor, sino más bien lo contrario, humillaciones y órdenes denigrantes fueron de la mano, hasta que la sumisión terminó saliendo a flote, justamente lo que Getō buscó desde el principio. Enseguida te acostumbraste a las felaciones, las embestidas rudas y por supuesto, cero romanticismo, sabías que no había escapatoria, esa sería tu vida a partir de entonces y hasta día de hoy.

Fin del flashback

***

La misma posición te agota, de rodillas y con ese enorme falo follando tu boca, tan solo deseas que llegue su corrida, pero tarda porque Getō te obliga a chuparla despacio para hacer más larga tu agonía.

—Te has convertido en toda una experta, de algo tenían que servir tantas horas invertidas en esto. Acuérdate que al principio la chupabas de pena, en cambio ahora, de maravilla ... —liberas tu boca un instante y lo observas desde tu posición, él te corresponde con mirada altiva.

—Gracias... señor —respondes antes de proseguir con la intensa felación.

Al final el moreno se corre en tu boca mientras su mano empuja tu nuca, para de este modo cerciorarse que no derramarás ni una sola gota.

—Q... quiero correrme —ruegas después de tragar su semen y recuperar el oxígeno.

—Está bien, te lo has ganado, pequeña puta —sonríes mientras lo observas levantarse y regresar con una correa.

La ata alrededor de tu cuello y la aprieta, pero no demasiado fuerte, solo lo necesario para jugar su juego.

—Ahora, mi pequeña perra, ponte a cuatro patas, con el culo levantado y bien abierta de piernas —obedeces con dificultad por la poca movilidad que te permite la correa, pero lo consigues.

Sus fuertes manos te propinan una nalgada tras otra, a cada golpe jadeas de placer, en el fondo te encanta, Getō se ha encargado de que así sea...

—P... por favor, señor...

Tu cabeza cae hacia atrás cuando sientes la tirantez de la correa en tu garganta, a la vez que su enorme falo se va introduciendo en tu húmedo coño sin ningún ápice de piedad por su parte.

—Aah... —jadeas mientras que a la vez luchas por respirar.

—¿No es esto lo que querías...?, siempre es lo mismo. Me ruegas desesperada y luego te quejas... —te gustaría contestarle, pero el nivel de excitación te abruma y apenas puedes pensar.

Getō sigue moviendo sus caderas frenéticamente, sin descanso, destrozándote, ejerciendo poder, ejerciendo fuerza y rabia contenida por todos estos años de ignorancia por tu parte, hasta que el mismo dolor le provoca placer y de nuevo se corre en tu interior.

—Gracias... —susurras de nuevo mientras él te quita la correa y sientes su semen deslizarse por tus piernas.

Getō acaricia tu muslo interno y recoge su propia esencia con los dedos, los mete en tu boca y los chupas con frenesí mientras te masajea una teta, de nuevo te corres, ese chico al que ignorabas se ha vuelto tu talón de Aquiles, cada roce suyo es pura gloria, puro vicio, lo necesitas como al aire que respiras...

*

—¿Me amas...? —pregunta calmado mientras acaricia tu cabeza.

—Sí... más que a mi vida... —Getō levanta tu mentón y te besa apasionadamente.

—Yo también te amo, siempre te he amado. Al fin me siento correspondido.

**

Ambos os abrazáis mientras sonreís cómplices. Al final has terminado adquiriendo síndrome de Estocolmo, has terminado perdidamente enamorada del hombre que te secuestró y no cesó hasta conseguir su objetivo.

Tu amor y atención...

FIN

Siento la demora, pero estoy muy bloqueada y no tengo muchas ganas de escribir. Bueno, sé que es cortito pero aquí lo dejo. Espero que sea de vuestro agrado y muchas gracias por leer ❤️❤️

One Shots (+18) Jujutsu Kaisen (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora