One Shots (+18) Jujutsu Kaisen (TERMINADO)

Retifismo (Choso)

PERSONAJES ADULTOS.

Retifismo; parafilia caracterizada por la atracción hacia los zapatos, sean del tipo que sean.

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🔞Contenido adulto y explícito, lenguaje vulgar

Te enfundas tu vestido a conjunto con tus botas de taconazo alto, te maquillas sutilmente, ni mucho ni poco, no te hace falta pintarte demasiado, eres guapa al natural. Coges el coche y conduces a toda prisa hasta al pub más exclusivo de toda la ciudad, uno dónde solo acceden clientes cargados de billetes, tú tampoco puedes ser menos, aunque tampoco te gusta alardear de ello, lo que tienes te lo has ganado con el sudor de tu frente, ni más ni menos.

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Entras en el local de forma decidida y a paso firme, al principio sientes nervios por que es la primera vez que sales sola desde que ese capullo te dejó, pero para todo hay una primera vez, que dicen. Puedes observar de soslayo como todos los hombres se giran para verte, incluso te parece escuchar algun que otro murmullo, sin embargo y disfrutando de la sensación de sentirte observada, lo ignoras y tomas asiento en la barra, miras de un lado y al otro, pero no hay nadie a tu alrededor, algo que agradeces, quieres disfrutar de la noche como te mereces.

Un camarero muy atractivo se acerca a ti con una sonrisa moja bragas, intentas concentrarte mientras te pregunta que deseas tomar, algo que suscita que quieras contestarle una obscenidad, en este momento lo tomarías a él, pero eso sonaría demasiado atrevido.

*

—Un Martini blanco, por favor... —le pides cuando se acerca a ti para escuchar tu pedido, a la vez que pensamientos obscenos no dejan de cruzar tu mente.

—Ahora mismo, preciosa —contesta el sujeto guiñándote un ojo. Dios santo... hacía tanto tiempo que no sentías esta sensación de libertad, de sentirte halagada y deseada...

Una vez tienes la bebida en la mano, giras tu cuerpo sobre el taburete y te cruzas de piernas de la forma más sensual posible, apoyas tus brazos en la barra a la vez que observas la pista desde esta posición, te sientes poderosa, una diosa, una femme fatale.

Las miradas de los hombres siguen escrutándote y tu yo interno no cabe de gozo, pensabas que ya lo tenías todo perdido, que jamás nadie volvería a fijarse en ti, pero estabas equivocada, el capullo que te fue infiel cometió el error de dejarte escapar. Sigues disfrutando de lo lindo, de la música, del ambiente, de las coquetas e insinuantes miradas del camarero, hasta que una voz ronca y varonil te baja de tu particular nube de algodón.

—Hola, preciosa. ¿Estás sola...?

—Hasta que tú has llegado, lo estaba —respondes sarcástica y girándote hacia él.

—Jaja, a parte de preciosa, veo que tienes sentido del humor —contesta el susodicho desabrochándose el primer botón de su impoluta camisa.

Por un momento te quedas en babia, el chico es un bombón, pelo azabache a conjunto con unos preciosos ojos del mismo color, sonrisa deslumbrante y perfecta y unos sensuales hoyuelos a cada uno de los lados de su boca, su rostro seductor y perfecto te recuerda a una de esas deidades esculpidas a mármol.

Sí, él es perfecto...

De pronto, esa parte de ti que estaba escondida decide salir a flote, bebes un largo trago de Martini y de forma sensual arrastras con tus labios la aceituna incrustada en el palillo, la boca del moreno se entreabre y es entonces cuando atacas.

—¿Tú también estás solo, cariño...? —ni tú misma te reconoces.

—Bueno... también lo estaba hasta que te encontré —responde juguetón, a lo que los dos os reís por coincidir con el mismo comentario.