15. En caso de emergencia: Alessandro

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Isadora lo empuja fuertemente, causando que ella cayera de la silla hacía atrás, su cabeza golpea el suelo, se levanta rápidamente al ver a Phillip abalanzarse hacía ella.

— ¡Ayuda!

Su grito desgarrador por querer salir de ahí no fue escuchado, aunque nunca había gritado así por su vida antes. Él la tomó muy fuerte de la cintura y la apego contra el suelo haciendo que quedara debajo de él.

— ¡Cállate!

Él la abofeteó. Ella tomó una fuerza increíble y levantó su pierna golpeándolo en su entrepierna. No pudo evitar tirarse al costado y sobarse mientras gritaba de dolor y rabia.

Ella se puso de pie, tomo su celular y corrió a la puerta principal para intentar salir de ahí, sin embargo estaba cerrada con llave. Su corazón latiendo a mil, una gota de sangre corriendo por su boca y su respiración agitada no dejaba que pensara con claridad.

Corrió nuevamente a las largas escaleras, y el susto se intensificó al escuchar los pasos de él detrás de ella. Ni siquiera volteó a verificar si estaba a unos dos pasos de ella, solo recorrió aquellos pasillos hasta llegar a su habitación.

Cerró la puerta detrás de sí. Paso el seguro y rápidamente puso un gran armario en la puerta. Tomó su celular. Sus manos temblorosas no la dejaban escribir.

Golpes secos se empezaron a escuchar en la puerta.

—Serás mía, Isadora. —gritó él. —Quieras o no. Abriré esa puerta.

Los golpes se intensificaba, ella vio el nombre de Steven e intento llamarlo. Mientras repicaba quería abrir la ventana por la que salió anoche. Pero era imposible abrirla. Steven no contestó.

Las lágrimas empezaban a salir recorriendo sus mejillas, volvió a repicar el número de Steven, pero seguía sin funcionar.

— ¿Creíste que no me daría cuenta? —volvió a hablar. —Serás mía antes que de un idiota más.

La puerta empezaba a dar indicios de abrir, ella golpeaba la ventana con uno de sus tacones pero está no cedía.

Volvió al celular y buscó el remitente de Alessandro. Lo llamó.

1...2...3... Contestadora.

Marcó nuevamente.

4... 5...

— ¿Aló? —la voz de Alessandro sonó y ella cerró los ojos por un momento.

—Alessandro... —su voz desesperada hizo que Alessandro se alarmara. —Por favor dime que estás ahí.

—Aquí estoy, dime qué sucede.

—Es... él. —el sonido de la puerta aumentó. —Quiere hacerme algo.

— ¿Qué?

—Ayúdame, por favor.

—Tranquila, voy en camino. —su respiración agitada. —Quédate hablando conmigo, estarás bien.

—Yo... —el rotundo sonido la asusta. —tengo mucho miedo.

—Mataré a ese idiota.

—Ven...

—Ya estoy cerca.

La puerta se abrió de golpe, el armario cayó al suelo causando un ruido inmerso en toda la casa.

—Isadora, habla conmigo.

El corazón de Alessandro se aceleró.

— ¿Con quién mierda hablas?

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