Salmató: La ciudad de los malditos

Capítulo 15: Colmena

El silencio imperaba en la gran cabaña, como si fuera parte de un hechizo, no había un solo ruido provocado por el resto de roedores. 

—Cuando Gorgok está ocupado, desactiva a la mayoría de jóvenes. Solo deja a las mozas para que estén andando por ahí, vigilando la casa ante cualquier eventualidad. El resto de chicos son puestos a dormir en una habitación a la que llamo "La Colmena" —contó Alicia en voz baja, mientras Hoffman y Lucía la seguían con tranquilidad, escuchando sus explicaciones.

—Si bien la casa está dividida en diferentes habitaciones, algunas son baños, otras salas comunes, existe una en la parte derecha de la casona que tiene veinte unas veinte camas improvisadas. En el suelo y con solo una sábana, descansan la mayoría de sus hijos. Tanto los niños más humanos, como los transformados. Como le dije al Duque, él comenzó a atraer niños porque terminó siendo deficiente en su labor. Las Mutters ya no producen más criaturas, su libido bajó y es incapaz de... Ya saben. 

Lucía se asombró con semejante conocimiento, su hija contaba todo sin pudor e imaginó que ella pasó por cosas terribles en aquel lugar para saber tanto, siendo que había desaparecido a una edad temprana. Le perturbó la idea de qué había sufrido en soledad, siendo tan pequeña y teniendo semejantes marcas en el cuerpo. 

—Ah, por si no saben lo que son, voy explicarles, ya que no puedo mostrarles —siguió relatando, tomando una vela encendida en una palmatoria—. Mutter proviene del alemán, que significa "madre", y como pueden imaginar, se trata de las nodrizas que dan a luz a las criaturas. No todos los roedores son nacidos de Mutters, ya que hay varios chicos a los que el parásito termina transformándolos a la fuerza. Por eso, muchos usan las máscaras. También hay roedores que las poseen, les ayuda con el autocontrol. 

Usó la palmatoria para alumbrar la habitación y mostrar a los niños durmiendo. Había de todas las edades, desde niños hasta adolescentes. Muchos llevaban sus máscaras para dormir y otros con la cara destapada, con rasgos animales e incluso bastante vello sobre sus brazos y rostro.

—La Mutter está en el ático, y ahí es donde va Gorgok cada cierto tiempo, a "hacer sus asuntos" con el cuerpo momificado de una mujer. Esa es la parte más terrible de todas. El proceso para transformar a una chica en una Mutter lo desconozco, pero parece que lo aprendió de antiguos científicos. El conocimiento fue heredado por libros escritos en la antigua biblioteca de Salmató. En mi estadía en estas tierras, descubrí cosas espantosas con los viajes que hicimos al interior de las murallas. El lugar ahora está devastado, salvo por su biblioteca. Ahí no solo hay libros escritos por seres humanos, sino también por otras civilizaciones, y estos aparecieron cuando la brecha en Salmató se abrió. Como si la biblioteca empezara a cubrir espacios vacíos con enormes muebles que nunca habían existido. Leí algunos, y otros estaban en idiomas que desconozco. 

—¿Científicos alemanes? ¿Será que la campana es parte de algún proyecto secreto? —consultó Cornelio y Alicia asintió.

—Me gustaría saber más al respecto, pero mis conocimientos son limitados. Sé que un hombre llamado "el ángel de la muerte", fue trasladado a una estancia fuera de la ciudad de Salmató, cerca del terreno de los iluminados, cuando este todavía no existía como tal. Al parecer, experimentó con jóvenes y adultos de la ciudad de Salmató y de sitios vecinos como el Valle de las Sombras, una ubicación al norte del bosque. Sé que antes el pueblo era nombrado como "El Valle", pero con la llegada del abismo, la denominación cambió.

Lucía miró con atención como los chicos dormían, y se dio cuenta de que uno estaba sufriendo lo que parecía un ataque epiléptico. 

Antes de que pusiera un pie adentro, Alicia la frenó con su brazo.

—No mamá, no podés hacer nada. Es común que les pase eso cuando están en trance. No sé qué es lo que están viendo, pero suelo apreciarlo algunas noches. Tengo entendido que todos tienen el mismo sueño y ahí es donde son educados y castigados. No sé la manera, ni la forma. Seguro se trata de alguna especie de control mental mediante pesadillas.