"Siempre tendré mis ojos puestos en ti"
¿Has sufrido una decepción amorosa?, si. Todos algunas vez pero también se que.... Has experimentado el primer amor y eso es lo más maravilloso del mundo que puede llegar a romper tu corazón y cambiar el como...
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Nunca imaginé encontrar el amor de una manera extraña. Pero a decir verdad, me gustó mucho que el destino me ayudara un poco. El jardín de niños es un buen comienzo, dónde no sabes nada del mundo exterior pero estamos apunto de descubrir lo desconocido.
Para mí, fue lo peor que me pudo haber pasado, fui víctima de burlas y acoso por mis compañeros, acerca de mi físico y era criticada hasta por sus padres de familia constantemente. Es increíble ¿no?, A esa edad esos niños tienen tanta maldad...
Toda mi niñez fue así, en constantes y perturbadoras críticas hacia mi persona, pero eso cambió cuando el llego. Vaya que era tan atractivo desde pequeño, era extranjero por ende su acento era muy diferente al nuestro. Rápidamente se adaptó y se hizo popular con las chicas de la escuela.
Pero algo me llamaba la atención en el, no podía explicarlo pero... con el simple hecho de que me mirara, me derretía por completo el corazón, el que me hablara solo para pedirme la tarea, me hacía saber que no era invisible para el. Podía sentir que había una química entre nosotros pero... ahí fue cuando experimente mi primera desilución.
──Ni lo pienses niña.
La miré sin entender y sobre todo, por qué se me había acercado de la nada. Ni siquiera sabía quién era. Pero si, que había llegado el mismo día que el chico de cabellos marrones.
──¿Por qué dices eso?
Soltó una risa bastante disimulada, ya que el chico estaba un poco cerca de nosotras y mantenía su mirada fija a nuestro lugar.
──Es un mujeriego, no te recomiendo ni que le hables.
Mire al chico de nuevo y algo llamo mi atención en el, era una marca en su cuello. A esa edad ni siquiera sabía que carajos era eso, pero aún y con todos sus defectos... me gustaba más.
Días después me enteré que la chica que me hablo pestes de el, era su prima y si, se notaban de la misma edad. Ellos dos eran dos grados mayores que nosotros pero por ende, los dejaron con mi grupo. Suerte la mía...
Yo siempre fui una chica antisocial, así que rara vez salía a comer al patio donde todos jugaban y conversaban, mayormente me quedaba a leer ó hacer alguna tarea adelantada. Por eso siempre fui blanco fácil de los bulleadores.
Hasta que un día, decidí ser valiente y parar todo esto, hasta conseguir respeto hacia mi persona y drásticamente después de ese suceso...
──¡Déjame en paz!, jamás vuelvas a jalarme el cabello, por qué te voy a romper los dientes.
──No te atreverías.
──Pruebame y verás de que soy capaz.
Mi persona fue otra. Jamás volví hacer la misma, ahora era fuerte, decidida y ya no podían intimidarme más. Estaba orgullosa de mi... Mis calificaciones subieron por los cielos, era la mejor de la clase pero... mi suerte mejoró mucho.
El chico nuevo, era pésimo en la escuela y me asignaron para ser su tutora, pasábamos bastante tiempo, por qué el me lo pedía. No me molestaba en absoluto pero todo el tiempo discutíamos y siempre nos jaloneabamos el cabello... Era un tipo de amor y odio. Siempre había esas peleas como si de un viejo matrimonio se tratara.
──Pon atención Taehyung. Porfavor me estás estresando.
──Esto es aburrido, mejor voy a jugar fútbol.
Se levantó y sin dejarme decir alguna objeción, se marchó hacia la cancha de fútbol donde todos sus amigos jugaban animadamente. Cansada me resigne y me quedé ahí, observando el juego.
Hasta que muestras miradas chocaron y lo peor de todo, es que ninguno se atrevía a renunciar el juego de miradas. La primera vez que sentí un choque de electricidad en mi espalda. Decidí ceder y ser cobarde e irme del lugar.
El era demasiado atractivo, debía ser dura y controlarme. Y dejar de manifestar que me traía completamente a sus pies.
